El Papa espera que el fruto de su peregrinaje a Cuba sea el mismo del viaje a Polonia en 1979
En su primera audiencia general en el Vaticano tras su regreso de La Habana, el Papa estableció ayer un paralelismo entre su visita a Cuba y el primer viaje a Polonia en 1979. "Les deseo a nuestros hermanos y hermanas de aquella bella isla", dijo dirigiéndose en polaco a miles de fieles compatriotas, "que los frutos de este peregrinaje sean similares a los obtenidos en mi peregrinaje a Polonia en 1979". En aquella ocasión, el fervor desatado con la llegada del recién elegido Papa polaco fue tal que los analistas han relacionado esa visita y la posterior transición democrática.
Juan Pablo II compareció con aspecto agotado pero con mente lúcida ante los miles de personas que, como todos los miércoles, acuden a la audiencia general del Pontífice en el aula Pablo VI del Vaticano. Su visita a Cuba fue el asunto monográfico de una intervención con la que Karol Wojtyla quiso expresar también al presidente Fidel Castro, "su reconocimiento especial" por la cálida acogida dispensada.Wojtyla se refirió a su viaje de cinco días al país centroamericano con los adjetivos más encendidos, calificándolo de "histórico" e "inolvidable visita pastoral" que "no dejará de producir frutos incluso en otros planos".Si se refería o no al plano político es fácil deducirlo de la comparación establecida con el viaje a Polonia.
"¿Cómo no reconocer que la visita ha adquirido un valor simbólico relevante, precisamente por la posición singular de Cuba en la historia mundial del último siglo?", se preguntó Wojtyla. El Papa reconoció en otro momento que su intención fundamental con este viaje era rendir homenaje a la Iglesia cubana, "que ha atravesado momentos bastante dificiles, pero ha perseverado en la fe, en la esperanza y. en la caridad".
Pero además de sostener a la Iglesia nacional y dar "moral" a sacerdotes y monjas, "la visita del Papa", añadió Juan Pablo II,"ha venido a dar voz al alma cristiana del pueblo cubano. Un alma cristiana que constituye el tesoro más precioso y la garantía más segura de un desarrollo integral bajo el signo de la auténtica libertad y de la paz".
El Papa recordó con agradecimiento el entusiasmo de los cubanos en las misas celebradas en Santa Clara, Camagüey, Santiago de Cuba y La Habana. Respecto de esta última, Wojtyla consideró como un detalle "significativo" que coincidiera con el día de la conversión de San Pablo "casi como para indicar que la conversión del gran apóstol es una profunda, continua y santa revolución, válida para todos los tiempos".
Por otra parte, el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, para el que la visita del Papa ha sido "magnífica en todos los sentidos" dijo ayer en La Habana que las autoridades de su país están. considerando "con toda seriedad y en todos sus méritos" la petición de clemencia hecha por el Papa en favor de un grupo de presos políticos por motivos humanitarios. "Sobre todo por venir de quien viene y por el modo tan adecuado y tan respetuoso en que se ha hecho el planteamiento", existe la disposición de atender la solicitud de Juan Pablo II, declaró Alarcón a este diario, informa Mauricio Vicent desde La Habana.
Fuentes diplomáticas señalaron que la liberación de los prisioneros -unos 35, según las mismas fuentes- es inminente. El presidente del Parlamento dijo que él no conocía la existencia de ninguna "lista" ni sabía de un número concreto de presos, y aclaró que este tipo de peticiones de clemencia no benefician sólo a presos políticos. "Se trata de una petición de clemencia que el Papa hace donde quiera que va", dijo, y afecta tanto a personas encarceladas "por motivos políticos como por causas criminales".
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