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Narcís Serra reclama una reforma de la justicia similar a la del Ejército

"Convendría que los jueces trabajasen más; eso resolvería buena parte de los problemas de la justicia española". Ésta es una de las recetas del líder del PSC, Narcís Serra, contra los males que aquejan al sistema judicial y que, día sí, día también, catapultan a jueces y fiscales a los titulares periodísticos.

Serra detalló ayer en Barcelona su propuesta de reforma de la Justicia. Una reforma, apuntó, cuya magnitud debería ser equiparable a la que él dirigió la década pasada, en calidad de ministro de Defensa, en las Fuerzas Armadas. Negarles a los jueces la potestad de instruir casos y someter al fiscal general del Estado a control parlamentario son otras de las recetas.

Serra abogó por un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) más reducido que el actual, elegido y controlado por el Parlamento, compuesto al 50% por jueces y juristas, y cuyos miembros tengan responsabilidades concretas e individuales en el gobierno del estamento judicial. También propuso que las presidencias del Poder Judicial y del Tribunal Supremo dejen de estar ocupadas por una misma persona. El CGPJ, argumentó Narcís Serra, debe limitarse a la tarea política de gobernar a los jueces y, en consecuencia, su presidencia debe quedar completamente desligada del Tribunal Supremo.

El primer secretario del PSC subrayó la necesidad de que el poder judicial esté sometido a la soberanía popular, tanto en la elección de sus miembros como en el control de la actuación de éstos, y de que la indiscutible independencia judicial no pueda ser esgrimida por los jueces como coartada para eludir el cumplimiento de sus deberes.

Serra advirtió contra una reforma corporativista de la justicia hecha por los jueces. "No conviene que la ministra de Justicia sea juez [como la conservadora Margarita Mariscal de Gante y su predecesor, el socialista Juan Alberto Belloch], ni que el ministro de Sanidad sea médico, porque entonces es muy difícil escapar al corporativismo", dijo

Promoción y antigüedad

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El político socialista cargó contra la promoción de los jueces por criterios de antigüedad. Reclamó aquí una reforma equiparable a la de las Fuerzas Armadas, donde se sustituyó el criterio de antigüedad por el de méritos profesionales para la promoción de los militares. "No tiene ningún sentido que jueces que trabajan con acierto y que se esfuerzan en mejorar su propia formación tengan menos incentivos que otros que no cumplen con su trabajo pero que tienen más antigüedad", manifestó.Serra propuso que los jueces dejen de tener competencias para instruir los casos. La instrucción, en su opinión, debería quedar en manos de los fiscales. Y los instructores no podrían decidir sobre la libertad de los ciudadanos investigados para evitar abusos del orden de mantener preso a alguien hasta que declare lo que el instructor desea oír.

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