Los unionistas vinculados a tres asesinatos se retiran de la mesa de paz del Ulster
El espectro del hundimiento del proceso de paz en el Ulster adquirió anoche un perfil más amenazante tras la inesperada autoexclusión de la principal fuerza paramilitar protestante de las conversaciones que buscan poner fin a tres décadas de violencia en Irlanda del Norte. En un dramático gesto que ilustró la fragilidad del proceso, el Partido Democrático del Ulster (UDP) el frente político de la Asociación de Defensa del Ulster (UDA), renunció a su silla en las conversaciones que Londres y Dublín patrocinan desde 1996.El UDP alegó que es mejor retirarse antes que ser expulsado por su vinculación con tres de los ocho asesinatos de católicos republicanos registrados en el Ulster desde la Navidad. Gary McMichael, líder del UDP, anunció esa decisión en la jornada inicial del ciclo de negociaciones de emergencia que desde ayer se trasladaron de Belfast a Lancaster House (Londres) para rescatar el proyecto gravemente amenazado por los asesinatos políticos, perpetrados en su mayoría por extremistas protestantes, desde el último espasmo de violencia.
McMichael declaró sombríamente que el alejamiento de su partido era inevitable ante las demandas republicanas y la censura de los gobiernos del Reino Unido y la República de Irlanda.
Aunque McMichael afirmó que su gente sigue siendo favorable a una solución negociada y que "condena firmemente la violencia", el alejamiento del UDP era anoche interpretado en Belfast como una advertencia de una seria crisis en ciernes. "Sin sitio en la mesa de negociación el UDP y los pistoleros que McMichael representa, sólo queda espacio para pronósticos escalofriantes", declaró una fuente del Sinn Fein, el frente político del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y blanco principal de la cruenta campaña protestante de los unionistas y lealistas probritánicos.
McMichael dejó perfectamente clara su intención de mantener contactos con la UDA e, indirectamente, con los llamados Combatientes por la Libertad en el Ulster (UFF). Eso es algo que la ministra británica para Irlanda del Norte, Mo Mowlam, ve como una tácita y peligrosa reducción de la supuesta influencia moderadora del UDP entre los fanáticos grupos paramilitares protestantes.
Esos grupos dijeron la semana pasada haber abandonado la táctica de asesinatos dé republicanos, pero desde esa declaración han perecido acribillados dos republicanos en emboscadas callejeras en Belfast.
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