Desgracia o fortuna
Tengo la desgracia (o la fortuna) de vivir en Vallecas. Barrio obrero por excelencia y últimamente uno de los más desatendidos en lo que a seguridad ciudadana se refiere.En mi calle, en un intervalo de un mes, se ha producido el robo, con el consiguiente destrozo de lunas e interiores de los vehículos, de cinco coches.
La posterior y lógica denuncia sólo sirve para engrosar las estadísticas y en ningún caso para reforzar la vigilancia (cosa que es, incluso, reconocida por los propios empleados de las comisarías cercanas).
Me gustaría que, a pesar de no llamarse "barrio de Salamanca" y no proporcionar un excesivo número de votos a su partido, mi barrio fuera considerado por el señor alcalde de Madrid con los mismos derechos en cuanto a protección ciudadana.
Es triste que en una sociedad política, económica y socialmente desarrollada y globalizada como la nuestra y aunque "España vaya bien", una mala asignación de presupuestos en seguridad (quizá sólo en determinadas zonas) provoque estas situaciones.-
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