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La muerte de Ana Tutor inunda de tristeza la Casa de la Villa

Se apagó la esperanza. La concejal socialista Ana Tutor, de 51 años, casada y con cuatro hijos, murió ayer en el hospital de La Princesa, donde había ingresado el pasado 29 de diciembre tras sufrir una recaída de la grave enfermedad que padecía. Tutor.fue sometida en la primavera pasada a un trasplante de médula ósea. Pero la leucemia pudo más. La edil afrontó con entereza su gravísima dolencia. Su muerte sembró ayer la tristeza en todos los despachos del Ayuntamiento de Madrid.

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Una vida ejemplar

El ex alcalde Juan Barranco recibió al mediodía una de las peores noticias de su vida. Ana Tutor había muerto. Sólo unas horas antes, el portavoz socialista había acudido al hospital de La Princesa para interesarse sobre el estado de su compañera, con la que había compartido el empeño de la oposición durante los últimos seis años."Me dijeron que era irreversible, cuestión de días. No quise entrar en la habitación". Regresó triste a su despacho y allí

conoció el desenlace. Destrozado, Barranco ahogó su pena en un llanto cargado de impotencia: "No puede ser, no puede ser...".

La muerte de Ana Tutor, la primera mujer en España que ocupó el cargo de delegada del Gobierno, sorprendió a la mayoría de los políticos que el pasado 5 de diciembre la saludaron en la fiesta de la Constitución. Acudió vestida de rojo y con su sonrisa de siempre. Aquel día, todos coincidieron en el optimismo. Ana Tutor mostró sus ganas de vivir y confirmó su capacidad de lucha. Unas semanas después invitó a sus compañeros del Ayuntamiento en un bar cercano a la plaza de la Villa para festejar la Navidad y su buen ánimo. El 29 de diciembre ingresó de nuevo en el hospital. Fue su último viaje.

El diputado socialista Pedro Sabando, médico en el hospital de La Princesa, siguió muy de cerca la enfermedad de Tutor. "Como médico, le desaconsejé que se incorporase a lo que eran sus obligaciones de concejal, tan socialista, tan seria. Pero se encontraba bien y regresó".

Tutor, todavía convaleciente, se enfrascó ilusionada en los temas de medio ambiente, a los que había dedicado sus esfuerzos durante seis años de concejal. Los Verdes recordaron ayer "la entrega y capacidad de trabajo de Tutor en la defensa de las libertades y los derechos sociales". De paso, agradecieron el gesto de la edil al avalar personalmente la candidatura de este grupo a las elecciones europeas de 1994, informa Efe.

Impresionante dignidad

Los colaboradores municipales de Tutor recordaban ayer la "impresionante dignidad" que demostró cuando conoció el origen de sus males. "Vino a vernos antes de ingresar por primera vez en el hospital para operarse. Nos abrazó a todos y nos dijo que si no volvía a vernos deseaba que nos fuera muy bien. Nos quedamos de piedra".La Federación Socialista Madrileña, en la que Tutor militaba desde hace 20 años, resaltó su trabajo ejemplar, dedicación y espíritu abierto y tolerante. El edil socialista Eugenio Morales, se sentía ayer "muy sólo". "Ana nos contagiaba su entusiasmo. Nos dejará huella a todos, pero aún más a los que la tratábamos mucho. Yo me consideraba su amigo y por eso sufro más".

El alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, declaró: "Ha muerto una amiga y una extraordinaria colaboradora. Lo siento una barbaridad". El cuerpo de Ana Tutor fue trasladado al Tanatorio de la M-30 a las tres de la tarde de ayer. Hoy será incinerado en el crematorio del cementerio de la Almudena a las 13..00. El ex presidente del Gobierno Felipe González, amigo personal de Tutor, leerá el discurso de despedida a la edil socialista.

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