Aznar despejará en Polonia las dudas sobre el apoyo español a la ampliación de la UE

El presidente del Gobierno, José María Aznar, tiene un objetivo claro en la visita de tres días que comienza hoy en Polonia, primera que realiza a uno de los países del centro y el este de Europa que aspiran a ingresar en la Unión Europea (UE): contrarrestar el mensaje de otros socios comunitarios que en voz baja murmuran que España se resiste a la ampIiación.

ENVIADO ESPECIALSegún un portavoz de La Moncloa, Aznar garantizará al nuevo Gobierno conservador polaco el respaldo a las legítimas pretensiones de las nuevas democracias del este y el centro del continente europeo a incorporarse a la UE. Una declaración conjunta, que establecerá reuniones periódicas de alto nivel entre los dos Ejecutivos, será firmada durante la visita como gesto para elevar el nivel de la relación política entre ambos Gobiernos.Polonia, con una población similar a la de España, es el país aspirante con mayor peso demográfico y económico de los que han sido invitados a formar parte no solo de la Unión Europea, sino también de la Alianza Atlántica. Con una renta que supone el 30% de la media comunitaria y una agricultura que ocupa a un tercio de la población y aporta poco más del 5% de la renta nacional, Polonia es una candidata perfecta para recibir fondos europeos de cohesión y ayuda estructural para financiar su proceso de adaptación a la UE.

La financiación de esa ampliación europea, que nadie es el argumento que divide a los actuales socios comunitarios. España ha hecho saber que la ampliación no puede hacerse a costa de los países mediterráneos que ahora reciben ayuda para situarse a la misma altura que el resto de la comunidad. El nuevo Gobierno polaco, controlado por Solidaridad, que regresó al poder el pasado mes de septiembre tras cuatro años de Gobierno socialdemócrata, es consciente de que no se pueden quemar etapas en el proceso de incorporación a la Unión Europea.

El nuevo líder de Solidaridad, Marian KrazakIewski, se considera "eurorrealista", y su moderado escepticismo guarda una estrecha relación con el temor con que varios millones de campesinos polacos, una clientela fiel del partido de KrazakIewski, contemplan los ajustes que impondrá Bruselas.

Aznar viaja acompañado de una delegación formada por 75 empresarios que analizarán las oportunidades que ofrece el nuevo Gobierno polaco, que se ha comprometido a acelerar la privatización del sector público y a descentralizar la economía. Empresas españolas como Roca, Talgo o Construcciones y Contratas han mostrado, su interés por invertir en Polonia, país con el que España mantiene una balanza comercial muy favorable; en el último ejercicio reflejó un superávit de más de 600 milIones de dólares (unos 90.000 millones de pesetas).

Exiliados

El primer acto del presidente del Gobierno español en Varsovia, hoy por la tarde, será reunirse con la pequeña colonia española, una cuarta parte de ella formada por hijos de exiliados durante la guerra civil. Aznar no tiene previsto ir a Auschwitz, el mayor de los campos de exterminio que los nazis construyeron cerca de Cracovía, visita obligada de la mayoría de los jefes de Gobierno que viajan a Polonia.La jornada más intensa de la visita será mañana, en la que Aznar se reunirá con el primer ministro polaco, Jerzy Buzek, y con el presidente de la república, Aleksander Kwasniewski, que recientemente visitó España. El presidente del Gobierno español regresará el miércoles por la tarde a Madrid tras visitar el Liceo Cervantes y almorzar con personalidades del mundo de la cultura de Polonia.