Francia acusará la inestabilidad financiera con medio punto menos de crecimiento

Además de las repercusiones industriales y financieras, ya evidentes en varios casos, la crisis asiática mermará el crecimiento francés de este año en medio punto, aunque esta reducción podrá ser amortiguada por el despegue de la demanda interna. Esta es, al menos, la previsión del ministro de Economía, Dominique Straus Kahn, quien sigue manteniendo la cifra del 3% de incremento en el PIB, pese a admitir que su departamento minusvaloró inicialmente el impacto potencial de la crisis asiática.

El optimismo oficial, no compartido enteramente por los analistas privados, descansa, entre otras razones, en la significativa evolución del PIB durante los 9 primeros meses del pasado año. Según el Instituto Nacional de Estadística INSEEI, el crecimiento fue del 0,3% en el primer trimestre, del 1,1% en el segundo, -cuando la economía francesa iniciaba su fase de expansión- y del 0,9% en el tercero, cuando la crisis asiática empezaba ya a hacerse notar. Dominique Strauss Kahn atribuye enteramente ese incremento del 0,9% del PIB al despertar de la demanda interna.

Lo que sí resulta ya una evidencia palpable son las repercusiones de la crisis en la economía y la actividad industrial francesa. La suspensión de los proyectos que Daewoo se disponía a emprender en la Lorena, región del noreste francés en la que la empresa coreana cuenta con gran implantación, elimina, siquiera provisionalmente, la creación de un total de 3.000 empleos directos e indirectos, además, de congelar inversiones de varias decenas de miles de millones de pesetas.

Incertidumbre

Aunque los electos locales prefieren hablar de "un aplazamiento de seis meses" y han dado órden de que prosigan los trabajos de acondicionamientode las 20 hectáreas de terreno destinados a albergar la fábrica de elaboración de vidrio, la incertidumbre se ha instalado completamente en la región.El tren de alta velocidad (TGV) que el consorcio franco británico GEC Alsthom instalará en Corea del Sur es otra víctima de la crisis asiática. El nuevo presidente de ese país, Kim Dae Jung, ya ha indicado que habrá que reducir, incluso a la mitad, la longitud de la futura linea entre Seúl y Pusan porque el país no puede permitirse cargar con los 2,8 billones de pesetas que cuesta esa obra faraónica. También el proyecto del consorcio franco británico alemán del TGV de Taiwan tropieza con crecientes dificultades financieras.

El Crédit Lyonnais ha sido, por otra parte, el primer gran banco europeo comprometido en los mercados asiáticos que ha pagado ya el precio de la crisis con una calificación negativa de la agencia de evaluación financiera Moody's. Ésta también ha colocado en "vigilancia negativa" cuatro bancos alemanes y uno británico.