Una juez ordena cerrar tres gasolineras que trucaban los contadores

La justicia le ha ganado por la mano a la Administración. Tras la denuncia hecha por la Organización de Consumidores y Usuarios de que al menos 14 gasolineras de Madrid alteraban sus contadores, la Fiscalía del Tribunal Superior de Madrid movilizó el jueves a la policía judicial. Los agentes revisaron siete gasolineras y hallaron, dispositivos de fraude en tres, por lo que la juez Ana Revuelta ha ordenado su clausura. Las tres, como las demás denunciadas por la OCU, son del grupo Villanueva, que tiene unas 50 en toda España.

La operación policial movió al fiscal Emilio Valerio Martínez a presentar de oficio una querella contra las tres gasolineras que supuestamente estafaban a sus clientes despachándoles entre un 4,3% y un 7% menos combustible de lo que marcaban los contadores, fraude que adelantó EL PAÍS el pasado lunes. La policía inspeccionó las estaciones sospechosas con el asesoramiento de un técnico de la empresa CETIL, fabricante de los surtidores. El dispositivo de fraude consiste en un cableado que va desde los surtidores hasta una discreta habitación, en el interior de la estación de servicio y lejos de la vista del público, en la que hay un interruptor para activar o desactivar el mecanismo. Las tres gasolineras en las que se localizó este sistema son las de Cerro de la Cabaña, en el kilómetro 7,700 de la autovía de Valencia; José Rebuelta Moreno, en la calle del Doctor Marañón de Majadahonda (Madrid), y en la carretera nacional IV (Andalucía), kilómetro 12,500 (término de Getafe). Ayer, un día después de la investigación policial, la Comunidad de Madrid dijo haber inspeccionado también otros 18 surtidores, de los cuales 11 tenían los precintos rotos. La Administración regional, que en principio mostró incredulidad sobre el posible engaño, dio a conocer ayer los resultados de su inspección, que demuestran que existe fraude a los consumidores.