_
_
_
_

"Turquía no es Argelia"

Juan Carlos Sanz

"Desde que se inició el pulso entre los islamistas y los militares estaba cantado quién iba a perderlo, por eso no ha sorprendido la disolución del Refah. La condena ya estaba clara desde que el fiscal general presentó una acusación ante el Constitucional", explica desde Ankara un diplomático de la Unión Europea, antes de advertir que, pese a los paralelismos, "Turquía no es Argelia". Los mismos dirigentes del partido ahora prohibido han podido preparar su supervivencia mediante un simple enroque: cambiar el nombre de la organización."Pero el islamismo también está presente en otros partidos, que ahora van a intentar repartirse los despojos del Refah, descabezado tras la inhabilitación de Erbakan", pronostica la misma fuente. Los hoy diputados independientes del proscrito Partido del Bienestar deberán elegir entre los jóvenes líderes de la organización -impulsores de un partido democrático confesional, a imagen y semejanza de la democracia cristiana- o la vieja guardia de Erbakan -caciques de la Anatolia profunda, a veces demasiado admiradores de los Lobos Grises (terroristas de ultraderecha en los años setenta)-

Más información
La tercera caída del devoto profesor

Recurso ante Europa

Resulta paradójico, sin embargo, que el mismo Necmettin Erbakan que hizo campaña en las elecciones de diciembre de 1995 para alejar a su país de Europa, haya anunciado ya su intención de recurrir el fallo del Tribunal Constitucional ante la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Europa. Precisamente poco después de que la UE haya dado un nuevo portazo a las aspiraciones turcas de integración. "Tal vez en Bruselas se vea ratificada la inquietud hacia el islamismo, pero lo que de verdad debe preocupar de Turquía es la defensa de su sistema pluralista", analiza la fuente diplomática consultada en Ankara.

¿Frenará el fallo del Constitucional el ascenso del islamismo? Su victoria en las municipales de 1994, que le garantizó el control de ayuntamientos tan importantes como los de Estambul y Ankara, y su triunfo en las últimas legislativas -si bien sólo con una quinta parte de los sufragios- obligan a pensar que, a pesar de la sentencia de ayer, los seguidores de Erbakan siguen contando con un enorme semillero de votos en las barriadas de aluvión de las grandes ciudades y las poblaciones rurales.

Sólo los islamistas han puesto en marcha -en aras de la caridad islámica- algún modelo de servicios sociales para los millones de turcos que han emigrado en los últimos años a las grandes urbes. Y después de casi cuatro años en las administraciones locales y doce turbulentos meses en el Gobierno central, apenas hay noticia de casos de corrupción entre sus filas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_