Un toxicómano muere asfixiado en una fosa séptica que operarios de Arganda se negaron a limpiar por peligrosa

Ricardo S. P., de 27 años, un toxicómano en rehabilitación acogido en el centro ilegal que la asociación evangélica Remar (Asociación de Rehabilitación de Marginados) tiene a las afueras de Arganda, murió a mediodía de ayer tras inhalar los gases acumulados en una fosa séptica de la instalación por la que había descendido para limpiarla. Su cuerpo tuvo que ser rescatado por los bomberos.Una brigada de operarios del departamento de Obras y Servicios del Ayuntamiento de Arganda estaba presente en el momento del suceso. Habían sido avisados previamente por la asociación para desatrancar una tubería que desembocaba en la misma fosa séptica. Sin embargo, los operarios, al ver el estado de la fosa y percibir la acumulación de gases, decidieron no bajar ante el evidente peligro de intoxicación que suponía descender a ella.

El director del centro sostiene que fueron los operarios quienes invitaron a Ricardo S. P. a bajar, ya que ellos no estaban dispuestos a hacerlo. Sin embargo, al primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arganda, Miguel Ángel Quintana, le extraña mucho esta actitud, "precisamente en unos trabajadores que están haciendo todos los días lo mismo y que cuentan con una consolidada experiencia". Fuentes de la delegación del Gobierno aseguraron a Efe que el fallecido se había ofrecido voluntario para limpiar el interior del pozo. El Ayuntamiento de Arganda ya ha abierto una. investigación que, junto con la del juzgado, permitirán saber la verdad.

Ricardo era natural de Sevilla y llevaba tan solo un mes en el centro, situado en el kilómetro 5 de la carretera M-300.

Precisamente la asociación Remar está siendo investigada estos días, tanto por la Consejería de Sanidad como por la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid, por realizar actividades para las que no está autorizada -rehabilitación de toxicómanos y asistencia sanitaria a enfermos terminales de sida-

En el marco de estas investigaciones, la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid recomendó el martes (antes del accidente) la clausura de los dos centros que Remar tiene en Arganda -uno dedicado a la rehabilitación de drogodependientes y otro a la asistencia a enfermos terminales de sida-, al carecer de los permisos pertinentes para ejercer tales actividades.

Según un informe de dicho organismo, esta asociación no tiene reconocimiento técnico parael tratamiento de drogodependientes y los dos centros inspeccionados carecen de las mínimas condiciones para llevar a cabo funciones terapéuticas.

La Comunidad estudia en es tos momentos cómo derivar a los enfermos a distintos centros sanitarios, antes de precintar las instalaciones.