Un testigo del 'crimen del millonario' se desdice en el juicio

La Audiencia de Madrid reanudó ayer el juicio por el crimen del millonario empresario Fermín Canales, asesinado a martillazos en su domicilio de la calle de Quintana en febrero de 1995. El fiscal acusa del crimen a la viuda Sara Sierra, y al mayordomo de¡ muerto, Florencio Giménez.En la sesión de ayer declaró -según informa Europa Press-, José Luis Calleja, inquilino de uno de los pisos de la acusada Sara Sierra (esposa del asesinado). El inquilino, en contra de lo que declaró ante la policía tras el crimen, negó saber algo acerca de la relación entre la viuda y el empresario fallecido. Entonces indicó a la policía que Sara le había confesado que estaba muy insatisfecha de la relación con su marido. Y que incluso se estaba planteando retirarle los poderes patrimoniales que le había concedido sobre sus bienes. Ayer, en cambio, sostuvo que no sabía nada sobre los asuntos personales de la pareja.

Posteriormente declaró Pilar Tello, ama de llaves de la víctima. Explicó que en la vivienda de la calle de Quintana (donde fue asesinado el empresario) había una caja de herramientas que contenía un martillo: el arma homicida. Asimismo declaró el dentista de Fermín Canales, Ramón Fernández. El juicio fue suspendido por el cambio de sede de la Audiencia hasta el día 21.