El Atlético, contra las cuerdas
El Zaragoza, con goles de José Ignacio y Pier, se pone en clara ventaja
La tragedia de hace dos meses quedó reducida ayer a la categoría de anécdota. La exhibición atlética de la Liga, que concluyó con un contundente 1-5, se convirtió anoche en una paupérrima impresión de un equipo sin rumbo, con una defensa que hizo agua por los cuatro costados y que careció de remate, fundamentalmente porque Kiko y José Mari estuvieron desasistidos de balones. Ni siquiera Juninho, el hombre más destacado de los rojiblancos, fue capaz de tapar las grandes carencias de su equipo.El Atlético quizás llegó confiado por aquella goleada de la Liga, pero en esta ocasión se encontró a un Zaragoza sólido en defensa, veloz en medio campo y que ejecutó a las mil maravillas el contragolpe, una faceta del juego que curiosamente no domina. El equipo zaragocista ha fundamentado su cambio en la tremenda solvencia de José Ignacio como cierre en la línea medular y la capacidad de Radimov, un hombre de una calidad técnica envidiable, que ha porporcionado al Zaragoza seguridad en el control del balón y facilita la oxigenación del juego y los cambios de orientación.
Las bandas, de las que normalmente saca provecho el Atlético, fueron ayer su principal preocupación en los primeros 45 minutos, los que decidieron el encuentro. En la banda izquierda Marcos Vales fue el complemento de un Soler que atraviesa su segunda juventud; y en la derecha, Paunovic cayó en la trampa de seguir a Acuña, lo que dejaba a Belsué un tremendo pasillo. Los dos carriles, unidos a la pelea de Yordi, que sacaba de zona a Santi y Andrei, desarbolaron al Atlético en el primer periodo. Las ocasiones ante Jaro se sucedían, con disparos la mayor de las veces desde la frontal del área.
No encontraba el Atlético la forma de contrarrestar el juego local. Con Juninho bien tapado entre Aragón y José Ignacio; Paunovic, ausente, y Caminero tan pegado a la banda que parecía estar fuera del partido, los rojiblancos no inquietaron en la primera mitad a Juanmi.
Antic intentó arreglar el desaguisado tras el descanso. Incluyó a Bejbl para tapar ion Vizcaíno las llegadas zaragocistas, lo que le permitió recuperar la igualdad en el medio campo, aunque no sirvió para darle profundidad al juego atlético. La lesión de Juninho, al cuarto de hora, dejó sin opciones ofensivas al equipo madrileño, lo que obligó a su técnico a incluir a Bogdanovic para buscar en una arrancada por velocidad el empate. El Atlético llegaba con mayor claridad, pero sin excesivo peligro.
La absurda expulsión de Andrei permitió, sin embargo, que el Zaragoza se rehiciera, volviera a controlar el medio campo y afrontara con tranquilidad el último cuarto de hora. Incluso tras una arrancada de fuerza de Kily, Pier consiguió el segundo gol y dejó la eliminatoria franca para el partido de vuelta.
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