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Alemania comienza el año electoral con la cifra récord de 4,5 millones de parados

Pilar Bonet

, El mercado de trabajo de Alemania inició ayer el año electoral con el anuncio de unas cifras de desempleo récord (4.521.600 parados o el 11,8% de la población activa al final de 1997) que obligaron al canciller Helmut Kohl a reconocer por primera vez públicamente la imposibilidad de cumplir la meta de reducir el paro a la mitad el año 2000. Bernhard Jagoda, el presidente de la Oficina Federal de Trabajo de Nürnberg fue pesimista ayer cuando oteó el futuro. El desempleo en diciembre afectó exactamente 199.900 personas más que el mes anterior, cuando la tasa era del 11,3%. La diferencia con finales del 1996 es de 373.400 parados más. De media, en 1997 el paro fue del 11,4% (4,38 millones de personas).

Jagoda dijo que no esperaraba cambios sustanciales para 1998, señaló que el mercado de trabajo se había beneficiado poco de la buena coyuntura y opinó que las empresas alemanas habían mostrado poca capacidad de introducir horarios de trabajo flexibles.A Ia vista de las cifras parece ya cercano el cumplimiento de los pronósticos, según los cuales Alemania alcanzará los 5 millones de parados en 1998. Estos cálculos del pasado otoño habían sido rechazados como exagerados por los portavoces oficiales.

El problema del paro es especialmente agudo en los territorios de la ex RDA, y las últimas cifras confirman que el desequilibrio social entre los nuevos laender y los viejos no sólo no se difumina, sino que se ha incrementado. En la ex RDA, el paro llegó al 19,4% de la población activa, lo que suponía 1,4 millones de personas, y el aumento de más dé un punto sobre la tasa de desempleo de noviembre (18,3).

En los territorios occidentales, sin embargo, el paro fue de un 9,9% o de algo más de 3 millones de personas y su aumento fue mucho más moderado, si se tiene en cuenta que en noviembre era de un 9,5%.

Promesa incumplida

Kohl consideró que las cifras de paro no eran "en absoluto satisfactorias", pero reaccionó hábilmente y retiró una promesa del programa gubernamental que resultaba ya insostenible y que había servido a la oposición socialdemócrata para hostigarle en los últimos meses. La meta de reducir el paro a la mitad para el año 2000 "no es alcanzable", dijo el canciller en vísperas de una reunión de la cúpula de su partido, la Unión Democrata-Cristiana (CDU), en las cercanías de Bonn.Kohl tuvo que defender a su ministro de Trabajo, Norbert Blüm, en particular, y la política de consenso de Alemania, en general, de los ataques de los sectores más liberales del empresariado. El canciller salía así al paso de las vehementes críticas formuladas por el presidente de la Asociación Federal de la Industria Alemana, el polémico Hans Olaf Henkel, que ha calificado a Blüm de "bufón" y se ha mostrado a favor de una reforma del sistema de negociación de los convenios colectivos. En opinión de Kohl, la política de consenso en Alemania no está anticuada y "sería totalmente incorrecto difamarla".

Desde Berlín, Rudolf Scharping, el presidente de la fracción parlamentaria del Partido Social-Demócrata (SPD), manifestó que la política económica del Gobierno había fracasado definitivamente y que Alemania necesita rápidamente un cambio. Ni la cbalición gubernamental formada por la CDU, los socialcristianos bávaros de la CSU y los liberales, ni la oposición del SPD, los Verdes y los socialistas de la ex RDA (SDP), tienen soluciones mágicas contra el paro, que será uno de los temas más importantes de la campaña electoral.

La falta de acuerdo entre la coalición gubernamental y el SPD, el principal partido de la oposición, para una reforma fiscal antes de las elecciones legislativas del próximo septiembre permite pronosticar que los cambios en la política económica tendrán que esperar a la formación de un nuevo Gobierno.

Mejora en el oeste

La Federación Alemana de Sindicatos (DGB) calificó ayer el aumento del paro como una "evolución catastrófica". Los emprearios, sin embargo, prefirieron hacer hincapie en la tendencia positiva que existe en el occidente del país, aunque se mantengan los problemas en el Este. A pesar del crecimiento económico que experimenta Alemania y la buena marcha de las exportaciones debido a la devaluación del marco frente al dólar, la destrucción de puestos de trabajo continuó.Según estimaciones de la Oficina Federal de Estadística, Alemania perdió 460.000 puestos en 1997, especialmente en las regiones de la ex RDA. Estas zonas se resienten de la crisis, sobre todo en el sector de la construcción. Las entidades públicas contribuyen escasamente a la reactivación de esta rama, debido a sus problemas presupuestarios.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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