Un grupo de vecinos paga a vigilantes privados para acabar con el vandalismo

Las 600 familias residentes en la colonia Covadonga, perteneciente al barrio Estoril II, en Móstoles (196.500 habitantes), han recurrido a la contrata de vigilantes privados para que eviten los actos vandálicos de cada fin de semana. El mobiliario urbano, las farolas y los parques y jardines privados son el blanco elegido por los centenares de jóvenes que se concentran de viernes a domingo en la zona, donde abundan los bares de copas.Esta multitud "campa a sus anchas", según los vecinos, por los bajos dé los bloques y las zonas verdes del barrio. Sólo el mantenimiento de los parques de la colonia cuesta a sus residentes más de siete millones de pesetas, cantidad que aumentó casi un 20% el año pasado en concepto de reparaciones de los destrozos ocasionados por los jóvenes.

Según los vecinos afectados, la presencia policial es escasa en la zona, de manera que dos vigilantes jurados se encargan de evitar que los visitantes del barrio rompan las papeleras, los columpios, las farolas y los bancos de los parques. Se optó por contratar seguridad privada al conocerse dos intentos de violación a muchachas del barrio. Las 600 familias de Covadonga pagan ahora 300.000 pesetas mensuales a los vigilantes, que ya han conseguido "tranquilizar" en días pasados a la masa visitante.