No me siento hombre
Hoy no me siento hombre, no puedo sentirme hombre. Asesinar a una persona no puede hacerlo un hombre; quemar viva a su compañera define al salvaje, pero no al hombre; no escuchar el grito de la mujer que denuncia malos tratos no es una justicia de hombres; justificar en nombre de la singularidad el asesinato a manos de su compañero de una mujer no es la oratoria de un hombre; creer que la propiedad marca los límites de la mujer que convive contigo no es la idea de la relación de pareja que define a un hombre. A éste, por encima de todo, lo define o lo ha de definir su capacidad de amar. Por eso, cuando hoy siento vergüenza por los hechos que realizan en contra de la libertad de la mujer algunos que se llaman hombres, sólo me queda unirme a ellas para lanzar es un potente grito de ¡basta ya!.-
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