Ingresa en la cárcel de Vigo un hombre que intentó quemar la casa de su esposa
, Otros cinco hombres han sido detenidos por maltratar a sus compañeras. José Luis Pérez Iglesias, de,29 años, ingresó el viernes en la prisión de Vigo después de que en Nochevieja intentara quemar la casa de sus suegros, con los que vive su esposa desde que inició los trámites de separación. J. M. G. A. y Carlos F. P. fueron detenidos ayer en Rentería (Guipúzcoa) y Alfafar (Valencia), respectivamente, por agredir a su mujer, el primero, y a su ex compañera y a la hija de ésta, el segundo. German Juan P. F. y otro hombre no identificado fueron arrestados, en Gijón y Tordera (Barcelona), respectivamente, por amenazar a sus esposas.
José Luis Pérez Iglesias, de 29 años, ingresó el pasado viernes en la prisión de Vigo, después de haber provocado un incendio en la casa de sus suegros, con los que actualmente vive su mujer, en San Miguel de Deiro (Pontevedra), informa Primitivo Carbajo.Los hechos se produjeron el día 1, hacia las dos de la madrugada, cuando no había nadie en la vivienda. Pérez utilizó una barra de hierro para derribar la puerta de acceso a la misma y luego la prendió fuego. La intervención del vecindario, alertado por el ruido, evitó la propagación de las llamas, que destruyeron tres camas y causaron, otros desperfectos.
En su denuncia, Manuel Núnez, el suegro del agresor, hizo constar, las frecuentes amenazas que su familia recibe de su yemo desde la ruptura de su matrimonio hace un año. Actualmente, laesposa tramita la separación. En 1997 murieron en Galicia 14 mujeres como consecuencia de los malos tratos a las que les sometieron sus maridos.
Por otra parte, informa Felip Pinazo, la Guardia Civil detuvo áyer a Carlos. F. P., un portugués. de 42 añós, bajo la acusación de haber entrado por la fuerza el día de Año Nuevo en el domicilio de su ex compañera sentimental en Alfafar (Valencia), donde propino una paliza a la mujer y a la hija de ésta, de siete años.
La doble agresión se produjo el pasado jueves, hacia las 21.30 hoas, cuando F. P., que había convivido durante un año con la mujer, se presentó en su piso. Ella le dijo que no quería saber nada más de él y se negó a dejarle entrar, pero F. P. lo hizo "de forma vioIenta", según fuentes policiales, y la golpeó repetidas veces. La pequeña también fue víctima de su ira.
Como resultado de sus puñetazos, la mujer sufrió diversas contusíones y hematomas de carácter leve en el rostro, la mano ízquierda, un brazó y el pie derecho mientras que la niña acabó con un hematoma en el ojo derecho y diversas contusiones, también de escasa consideración.
Otro hombre fue detenido en la madrugada de ayer en Rentería (Guipúzcoa) cuando golpeaba a su mujer y se intentaba deshacer de 110.000 pesetas en un fajo de billetes falsos.
Un vecino, alarmado por los ruidos que provenían de uno de los inmuebles cercanos, decidió telefonear a la Ertzaintza para avisarle de una posible agresión a una mujer.
Los agentes llamaron repetidamente a la puerta y, ante la negativa del inquilino a abrirla, se decidieron a tirarla abajo. Una vez dentro del piso, sorprendieron a J. M. G. A., de 30 años, golpeando a su esposa. El individuo se dirigió entonces apresuradamente hasta el balcón y arrojó a la calzada los billetes falsos.
La policía autonómica detuvo a G. A. por la agresión a la mujer, que fue atendida en un hospital cercano de heridas de carácter leve, y por un presunto delito de falsificación de moneda.
Un hombre cuya identidad no ha trascendido también fue arrestado el pasado jueves en Tordera (Barcelona) por haber entrado por la fuerza en la casa de su ex esposa, haber intentado agredirla y haberla amenazado con que algún día le ocurrirá algo más grave.
Por un motivo similar, informa Javier Cuartas, fue detenido en Gijón, en la madrugada de ayer, Germán Juan P. F. En presencia de los agentes que le habían acompañado a su domicilio para que recogiera unos objetos personales después de que ella le impidiera la entrada, amenazó de muerte a su mujer, Luisa Raquel R. P.
Mientras tanto, la Audiencia de Oviedo ha condenado a Ricardo Alonso Rojo a nueve años de prisión y a indemnizar con 10 mi llones de pesetas a su esposa, a quien en marzo de 199 6 apuñaló en el juzgado de Infiesto (Piloña), en el que se habían citado para tramitar su separación.
María E. L. F. tuvo que ser operada de sus heridas en la cara, el cuello, el pecho y el abdomen, permaneció 200 días incapacitada y sufrió secuelas físicas y psíquicas.
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