150 civiles de Burundi mueren en un asalto hutu contra un aeropuerto
Al menos 150 civiles perdieron la .vida en el ataque desencadenado ayer por rebeldes hutus contra el aeropuerto de Bujumbura, la capital de Burundi. El coronel Jean-Bosco Daradangwe calificó la operación, en la que tomaron parte entre 1.000 y 2.000 hombres, como la de "mayor envergardura desencadenada en la historia" por la rebelión hutu, que intenta desestabilizar los Gobiernos de Burundi, Ruanda y la República Democrática de Congo (antiguo Zaire).Según Radio Burundi, que no precisó la fuente de su información, la mayoría de las víctimas se produjo durante el repliegue de los rebeldes y sobre todo en la localidad de Rukarnura, al norte de Bujumbura. Los combates fueron especialmente intensos en torno al aeropuerto, situado a una decena de kilómetros de Burujumbura, la capital levantada a orillas del lago Tanganica, donde se vivieron momentos de pánico tras los festejos de fin de año. Portavoces del Ejército de Burundi, dominado por la minoría tutsi, señalaron que en el asalto murieron 150 civiles, 30 atacantes y varios soldados gubernamentales, que acudieron a repeler el ataque.
Fuentes militares burundesas indicaron que los asaltantes que procedían de la República Democrática de Congo y Ruanda, han sumado sus fuerzas a sus camaradas de Burundi, que iniciaron un movimiento guerrillero en 1993, cuando fue derrocado Melchior Ndadaye, un hutu, el primer presidente democráticamente elegido en Burundi que, como en la vecina Ruanda, está bajo dominio de la minoría tutsi mientras que el 84% de la población es hutu. Desde 1993, en la guerra civil larvada que padece Burundi han muerto cerca de 200.000 personas.
Alianza anti-tutsi
El principal movimiento rebelde de los hutus burundeses es el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia, fundado por el ex ministro del Interior Leonard Nyangoma. Observadores militares regionales han asegurado que Nyangoma ha estrechado lazos con rebeldes hutus ruandeses, ex soldados del Ejército de Mobutu (derrotado. por Laurent Kabila con la ayuda de tropas ruandesas, burundesas y ugandesas) y guerreros maimai de la región congoleña de Kivu, descontentos con Kabila. Esta alianza ha vuelto casi ingobernable el Kivu y ha puesto en jaque al Ejército de Ruanda en el noroeste del país, donde la situación de inseguridad es crónica.En su mensaje de Año Nuevo, difundido el miércoles, el comandante Pierre Buyoya, en el poder tras el golpe de Estado de julio de 1996, había destacado la mejora de la situación general del país y que la población estaba cada vez más distanciada de los rebeldes de Nyangoma. Buyoya no ha dejado de batallar para que los Gobiernos de la región levantaran el embargo dictado contra su régimen tras el golpe militar.
También el relator especial sobre los derechos humanos en Burundi, Sergio Pinheiro, había constatado el pasado 22 de diciembre un cambio de actitud por parte del Gobierno de Buyoya, que había conseguido que mejorara la situación de seguridad de la población y comenzado a castigar a los oficiales responsables de violaciones de derechos humanos. Pinheiro recomendó que fueran reexaminadas las sanciones dictadas tras el golpe del 1996.
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