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Entrevista:

''Los números gobiernan nuestras vidas"

El Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE) ha cumplido recientemente diez años de existencia. A lo largo de este tiempo, la que fue la primera cátedra Unesco en el mundo (en la actualidad hay cerca de 200, una treintena de ellas en España) se ha consolidado como un modelo de referencia obligada, tanto en los ámbitos de la formación y la transferencia de tecnología como en la aplicación de desarrollos a proyectos de ingeniería de gran envergadura. A lo largo de estos años, cuenta su director, Eugenio Oñate el CIMNE ha contratado proyectos con grandes empresas aeronáuticas, navales, energéticas o automovilísticas, además de colaboraciones institucionales. En todos ellos, la constante es el número y la obsesión por cuantificar.Pregunta. ¿Por qué nació el CIMNE?

Respuesta. Hace diez años, cuando se formó el centro gracias al impulso de la Unesco y de la Universidad Politécnica de Cataluña, parecía que en el mundo universitario estaba ya todo establecido, que las cosas, sólo podían hacerse de una determinada manera. Pero hay muchas formas de hacer universidad, y por eso planteamos una estructura que en su momento rompía algunos moldes.

P. ¿Qué moldes?

R. Teníamos vocación de ser docentes, investigadores e ingenieros, pero las estructuras existentes impedían desarrollar esas funciones satisfactoriamente. El CIMNE significa nuevas fórmulas de hacer universidad sin perder nuestra identidad. Ello nos ha permitido dotarnos de una estructura con la que hemos publicado más de 500 títulos, organizado cerca de 30 congresos y recibir unos 400 profesores visitantes de todo el mundo en una década, desarrollando, además, proyectos de investigación y desarrollo para un gran abanico de empresas nacionales o multinacionales.

P. ¿En qué áreas han desarrollado su actividad?

R. Hay varias áreas clave. La primera es el análisis de patologías en estructuras, bien edificios o construcciones históricas, como las realizadas en algunas obras de Gaudí o en el acueducto de Segovia, o en modernas, como el impacto de aluminosis en bloques de viviendas. También hemos trabajado en el análisis de patologías de grandes estructuras, como presas o centrales nucleares. Un segundo campo es el ambiental, donde hemos llevado a cabo análisis sobre la idoneidad de bolsas geológicas en el subsuelo para el de residuos tóxicos. En ingeniería espacial hemos participado en el diseño del cohete Ariane, la separación del satélite del cohete y la descripción del proceso de amerizaje, y en ingeniería naval, en el diseño de barcos rápidos. Participamos también en procesos de fabricación, en especial estampación de chapa, fundición y compactación de moldes. En todas ellas se aplican modelos basados en métodos numéricos.

P. Métodos numéricos y simulación por ordenador parecen las claves para este tipo de proyectos.

R. Ambos están ligados. Lo que hacemos nosotros es desarrollar métodos para la simulación. Son los llamados métodos de cuantificación, a partir de los cuales podemos construir reproducciones de la-realidad.

P. ¿Qué interés tienen los métodos numéricos?

R. Básicamente, nos permiten cuantificar, traducir en números, un fenómeno de la naturaleza. Por ejemplo, ¿cuánto tardará en amanecer? Podemos decir mucho o poco, pero los métodos numéricos nos dicen dos horas. Siempre se la juegan: a qué hora voy a llegar a casa, a qué velocidad máxima puedo ir para no descarrilar, qué fuerza tengo que hacer para deformar una chapa. La respuesta siempre es cuantitativa, siempre nos da un número.

P. ¿En ingeniería ambiental, por ejemplo, cómo traduce esto?

R. Si almacenamos una sustancia tóxica en una bolsa geológica, debemos preguntarnos que cantidad va filtrarse o qué tiempo aguantara la estructura sin alterarse. Las respuestas no puede ser ni mucho ni poco, ni tampoco el cero o el infinito, que no existen en ingeniería. La cuantificación consustancial a cualquier acto de nuestras vidas.

P. ¿Tan importantes son los números?

R. Los números gobiernan nuestra vida sin darnos cuenta. Cuando sales de casa llevas un dinero determinado; cuando vas de compras, sabes qué te van a costar las cosas. Casi todo tiene un valor numérico que informa de su orden de magnitud. Lo mismo ocurre en el mundo de la ingeniería. Su aplicación inmediata es la simulación, que se basa en métodos numéricos.

P. Una simulación satisfactoria precisa muchas variables.

R. Para ello se construyenlos modelos. Un modelo simplifica un problema y luego trata de reproducir la realidad, normalmente, a partir de ecuaciones matemáticas. Los métodos que transforman esos modelos en números son los métodos numéricos. Y esos números pueden representarse en forma de gráficos, de píxeles en una pantalla o de información para construir una secuencia informática. En definitiva, nos sirven para ver algo en el ordena dor. Eso es la simulación.

P. Pero las simulaciones no son siempre un espejo de la realidad.

R. Son tan buenas como buenos son los modelos. Pero es cierto, el método numérico puede distorsionar el modelo. Cuando se pasa del modelo al número puede perderse información. Es ahí donde la capacidad de cálculo desarrolla su papel. Hasta la llegada de los grandes ordenadores y de la supercomputación, estos métodos no evolucionaron. Se conocían muchos hace cien años, pero apenas se podía convertir el método en número. Ahora sí es posible.

P. En su trabajo se adivinan dos áreas: el análisis de situaciones propias de la naturaleza o de estructuras, o bien el diseño de nuevas situaciones.

R. Son dos planteamientos distintos. Por una parte, analizamos lo que ya se conoce o ya existe; otra cosa es diseñar el futuro. Estudiar la basílica de San Marcos o analizar un choque forma parte de la primera categoría. Un nuevo cohete o un barco más rápido, de la se gunda. En la primera dispone mos de un modelo real, mientras que en la segunda buscamos definir nuevas estructuras. Ambas categorías, sin embargo, coinciden con los dos grandes intereses de la humanidad: mantener lo existente y diseñar el futuro.

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