La oposición yugoslava boicotea la toma de posesión del nuevo presidente
El nuevo presidente serbio, Milan Milutinovic, juró su cargo ayer en ausencia de sus rivales nacionalistas, que abandonaron el Parlamento en protesta por que, en su opinión, hubo fraude en las elecciones. Milutinovic fue elegido el pasado día 21, despues de tres votaciones infructuosas, una vez que Slobodan Milosevic a quien la Constitución no permite un tercer mandato en Serbia y que sigue siendo el verdadero hombre fuerte del país se hiciera cargo de la presidencia federal yugoslava el pasado verano.
"Estoy convencido de que el periodo que tenemos ante nosotros se caracterizará por el desarrollo y el progreso de Serbia", dijo Milutinovic a la Asamblea, a la que prometió reformas generales.
"Necesitamos igualarnos al mundo desarrollado y participar sobre todo en los procesos de integración económica en Europa y en el mundo", añadió.
Milutinovic, que con anterioridad fue ministro de Asuntos Exteriores fue elegido por Milosevic en tanto que aliado leal que cumplirá sus órdenes en el cargo; sin embargo, su victoria ha quedado lastrada por las acusaciones de amaño de votos.
Incidentes en la Cámara
El ultranacionalista Partido Radical acusó al gobernante Partido Socialista de Milutinovic de "robar" 100.000 votos para inflar las cifras de asistencia para garantizarse el 50% mínimo exigido por la ley.Cuando las elecciones se llevaron a cabo por primera vez el pasado mes de octubre, el líder del Partido Radical, Vojislav Seselj ganó el mayor porcentaje de los votos frente al primer candidato de los socialistas, Zoran Lilic, pero la elección fue declarada nula porque la participación fue muy baja.
Los diputados del Partido Radical saludaron la entrada de Milutovic en el Parlamento ayer con gritos de ladron, ladrón" y salieron en estampida. Seselj es un enemigo jurado del proceso de paz que Occidente apadrina en Bosnia y del compromiso con la mayoría albanesa de la provincia meridional de Kosovo, que aspira a la autonomía.
El líder indiscutible de Yugoslavia y Serbia continúa siendo Milosevic, que ha transferido los instrumentos de poder a nivel federal. Aun así, Milutinovic tendrá que resolver numerosos asuntos decisivos y enfrentarse a los duros del régimen, que hasta ahora se han opuesto a las reformas económicas. En concreto, su objetivo de integración económica con Occidente significa luchar a brazo partido con las condiciones impuestas por Estados Unidos para retirar las sanciones que bloquean las relaciones entre Belgrado y las instituciones financieras internacionales. Entre éstas se incluye el respeto de los derechos humanos en Kosovo, donde 40 personas han muerto en un año de violencia y donde el influyente líder de etnia albanesa Azem Vilasi ha dicho que la guerra es "asunto de días".
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