Esther Koplowitz descarta como socios en FCC a constructoras nacionales y grupos de empresas
La venta del 28% de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) que posee Alicia Koplowitz se retrasa. Los escollos son el precio, 100.000 millones de pesetas, y el hecho de que su hermana Esther que debe dar el visto bueno al nuevo socio, quiera mantener el modelo de gestión del grupo. Candidatos no faltan. Unos 15 han mostrado ya su interés, según aseguran fuentes del sector. Los asesores de Esther Koplowitz han descartado las constructoras nacionales y las ofertas de grupos de empresas, puesto que su objetivo es conseguir un socio que incorpore valor añadido
Otro requisito es que el socio no introduzca incertidumbres en la gestión. Las negociaciones siguen con media docena de empresas. Los pronósticos que apuntaban a que habría comprador antes de que acabe el año están condenados al fracaso. El proceso de elección del candidato ha resultado mucho más lento y complejo de lo previsto.Ha habido un rosario de peticiones o insinuaciones, según confirman fuentes del sector. Dragados, Banco Central Hispano (BCH), Endesa, Ferrovial, La Caixa, Aguas de Barcelona (Agbar), las francesas Lyonnaise des Eaux y Generale des Eaux, la sueca Skansa, la alemana Hochtief o la estadounidense Waste Management forman parte de la quincena de. sociedades o grupos que se han aproximado más o menos oficialmente a Goldman Sachs banco de negocios contratado por Alicia Koplowitz, o a Barings, el elegido por Esther Koplowitz para vigilar sus intereses.
Las verdaderas dificultades aparecen cuando todas las partes ponen sus cartas sobre la mesa. Alicia Koplowitz quiere vender cuanto antes y percibir en dinero, no en acciones, el montante de la operación, unos 100.000 millones.
Sin rupturas
Esther Koplowitz, por su parte, quiere mantener sin rupturas el grupo, los puestos de trabajo y el modelo de gestión. En definitiva, no quiere perder el control, aunque esté dispuesta a compartirlo, según aseguran fuentes conocedoras de la operación.Además, Esther Koplowitz quiere que el futuro comprador le asegure la adquisición de sus acciones (otro 28%) en caso de que decida salir, a su vez, de Fomento de Construcciones y Contratas. El precio, en este caso, no serían los 100.000 millones que vale la participación de su hermana. Obtendría una prima por otorgar el control absoluto del grupo.
A cambio, Esther se comprometería. por escrito a respetar un período de tiempo mínimo de permanencia en el grupo. Los posibles compradores actuales, por último, pretenden que la elevada inversión que se les requiere les dé un mayor peso a la hora de tomar decisiones en el grupo.
Un auténtico rompecabezas. El paso inicial para montarlo ha sido un primer descarte. De la quincena de aspirantes se han rechazado las constructoras nacionales, así como todas aquellas ofertas compuestas por varias empresas.
La razón del descarte de las constructoras nacionales es que éstas no aportarían valor añadido a FCC. En cuanto a las ofertas mixtas, la tesis esgrimida es que cuantos más accionistas haya más difícil es alcanzar el consenso en un consejo de administración, lo cual puede crear problemas en la gestión de la empresa.
Una vez aplicados estos criterios, quedan media docena de candidatos. Fuentes del sector aseguran que en ese grupo están Endesa, Agbar con Lyonnaise des Eaux, Generale des Eaux, Hochtief, Waste Management y Skariska. Con todos ellos se afrontará una segunda ronda de contactos, abordando más en profundidad el espinoso asunto del control de la gestión y los planes de futuro.
Otras fuentes apuntan, sin embargo, que un dilatado retraso en la elección de socio puede intranquilizar a Alicia Koplowitz y provocar que se ponga sobre la mesa una opción hasta ahora no contemplada, la salida de las dos hermanas de FCC. De ser así, volvería a tomar cuerpo la constitución de un grupo, pilotado por una constructura nacional, como comprador de la mayoría de Fomento de Construcciones y Contratas.
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