El Gobierno balear opta al final por no construir una residencia para Aznar
La iniciativa del Gobierno balear de construir una residencia para altos cargos e invitados en la zona natural de uso militar de Cap Pinar, en Alcúdia (Mallorca) -una vieja idea del PSOE, recuperada por el PP desde la llegada de José María Aznar al Gobierno- ha quedado arrumbada, por segunda vez en 15 años, sin haber pasado de la fase de proyecto. Jaume Matas, presidente del Ejecutivo, obligado por la oposición municipal y ecologista de Alcúdia, echó atrás ayer sus planes, pese a estar bendecidos ya por el Parlamento.Matas anunció su rectificación pocas horas después de que los concejales socialistas y nacionalistas de Alcúdia se pronunciaran contra las recientes leyes singulares aprobadas por el PP para modificar la estricta normativa de espacios naturales, que preserva completamente Cap Pinar. El PP decretó el "interés general" de esta construcción, en un área de 13 millones de metros cuadrados vírgenes y pensaba comenzar las obras rápidamente.
"No podemos levantar esta residencia con la oposición del municipio interesado", dijo Matas, "por tanto, el Gobierno renuncia a ella. Habíamos tomado la decisión de recuperar una buena iniciativa del PSOE". En 1985, cuando González ocupaba la Moncloa, el Gobierno programó habilitar un chalé de veraneo en Cap Pinar para el jefe del Ejecutivo e invitados de Estado.
El Gobierno balear, entonces presidido por Gabriel Cañellas, obstaculizó el proyecto socialista reseñando que "el verdadero interés social se halla en proteger el entorno paisajístico, el cual sufriría un evidente impacto negativo". El mes de julio pasado, el Ministerio de Defensa, que usa en exclusiva los terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Alcúdia, firmó con el consistorio un convenio que generó una amplia campaña de protesta entre sectores proteccionistas, que reivindicaban el retorno de Cap Pinar al municipio y su preservación íntegra.
