Plomo inofensivo
La Asociación de Miniaturistas Militares dedica una muestra a los soldados para la paz
Esta vez, la exposición que desde hace 17 años organiza por estas fechas la Asociación de Miniaturistas Dos de Mayo está dedicada a las tropas que permanecen en Bosnia. Antonio Perpiñá, el secretario de esta asociación, dice que es para suavizar la imagen violenta y belicista que se tiene del Ejército. Esto no significa que las miles de piezas de plomo de la muestra representen escenas de esta misión de paz. Porque entonces todos los soldaditos vestirían con el uniforme de camuflaje. Los 70 expositores que participan en la muestra han llevado piezas para representar desde la boda de Alfonso XII y María Cristina hasta Carlos III pasando revista a la infantería, una clase de equitación o batallas de varias épocas.Los 150 miembros de esta asociación son aficionados, coleccionistas o fabricantes de soldados en miniatura. Muchos han reunido varios miles de piezas, que guardan en vitrinas de cristal."Es fundamental hacerlo así por que el polvo es el enemigo número uno de estas figuras", aclara Perpiñá. Y para ellos resultaría casi una tragedia perder una de estas miniaturas, para ellos, auténticas joyas. Un soldado de 54 milímetros, por ejemplo, requiere un día entero de trabajo y puede costar 8.000 pesetas. "En un espacio tan pequeño tienes que lograr todo el realismo de sombras o luces que producen los pliegues de la ropa", explica Perpiñá.
Sin embargo, los soldaditos de plomo están llamados a desaparecer. Ahora se fabrican con una mezcla de estaño y plomo y terminará imponiéndose el estaño (porque se prohibirá el plomo, por el peligro de envenenamiento), un material muchísimo más caro: si un kilo de plomo ronda las 100 pesetas, el de estaño cuesta 2.500. ''Es un hábito caro, pero muy gratificante. Las haga uno mismo o las compre, son siempre obras de arte", afirma Perpiñá, que fabrica los soldados de forma artesanal: primero, un molde de silicona, y de ahí surgen las figuras que después vestirá con delicados pinceles. Estos fabricantes recopilan libros dedicados a los uniformes militares, difíciles de conseguir en España. Hay que buscarlos en Francia o el Reino Unido, lo que encarece el producto. Por lo general, los soldaditos son reproducciones fieles de los que formaban ejércitos pasados o de ahora. Nadie inventa nada.
El tamaño de estas figuras se mide en milímetros. Las más pequeñas son de 15. Luego, las de 25, como una batalla de la Legión Extranjera francesa contra los árabes en Argelia, una escena sacada de la película Beau geste, presentada en esta muestra. Las de 45 milímetros son idóneas para hacer formaciones, pues dicen los entendidos que es como más bonitas quedan. Las más tradicionales tienen 54 milímetros.
Exposición de miniaturas militares en Caja Madrid (Eloy Gonzalo, 10; metro Quevedo) hasta el 5 de enero. De lunes a sábados, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Domingos, mañanas. Gratis.
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