La presidenta de Irlanda y la embajadora de EE UU abren la 'guerra' eucarística
Jean Kennedy Smith, embajadora de EE UU en Dublín, se ha sumado a la batalla eucarística al comulgar el domingo en un servicio protestante en la Catedral de Christ Church. Su acción, que algunos católicos consideran un "pecado mortal", representa un claro apoyo político a la recien nombrada presidenta, de Irlanda, la norirlandesa Mary McAleese. Ésta hace 15 días causó un notable revuelo al aceptar el pan y vino en un servicio ecumenico en el mismo lugar en un acto cargado de simbolismo reconciliador.
Tanto McAlesse, experta en teología, como la embajadora Kennedy, miembro del más famoso clan católico de Estados Unidos, han prometido repetir la osadía. "La religión trata de acercar a la gente. Cada uno tenemos nuestra forma de dirigirnos a Dios", afirmó ayer Kennedy. Un portavoz presidencial señaló, por su parte, que McAlesse lleva más de 20 años comulgando regularmente en los servicios de la Iglesia Irlandesa y que aceptará nuevas invitaciones de ministros protestantes durante la Navidad. El pan y vino representan, para los católicos, el cuerpo y sangre de Cristo. Para los protestantes, sin embargo, la comunión es un acto más simbólico.El arzobispo católico de Dublín Desmond Connell, se disculpó en la edición de ayer del Irish Times por haber calificado como "engaño" la presencia de McAleese en Christ Church. "No pretendía ofender", aclaró el arzobispo. Pero esta disculpa sólo ha tenido lugar una vez que el primado protestante de los irlandeses, Robin Eames, calificara esta ofensiva de "comentarios para lamentar". Otros representantes de ambas religiones participan en el debate. Monseñor Denis Faul, reconocido católico en Irlanda del Norte, compara la actitud de McAleese con la de su predecesora Mary Robinson: "Apenas estábamos de acuerdo en nada. Pero Mary Robinson trataba la eucaristía con respeto", señaló. Para la hermana Geraldine Smith, directora de la Escuela Ecuménica de Irlanda, las reacciones de todos indican "una ignorancia abismal sobre el diálogo eucarístico". Es un debate "vergonzoso".
En una nota de malvada ironía, los círculos protestantes irlandeses dejaron escapar ayer la sugerencia de que la presidenta recibió la comunión de un cáliz que perteneció a Guillermo de Orange. Este devoto protestante entregó la preciada reliquia a los representantes de Christ Church para celebrar su victoria sobre el rey católico en la batalla del Boyne en 1690.
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