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Varios encapuchados arrojan artefactos incendiarios contra el domicilio de una periodista donostiarra

Varios encapuchados hicieron explotar la pasada madrugada artefactos incendiarios en la puerta del domicilio particular de la periodista de El Mundo Carmen Gurrutxaga, que se encontraba en ese momento en el interior de la vivienda con sus dos hijos.

A la periodista la despertó a las dos de la madrugada el ruido sordo de la explosión. "Oí un estruendo tremendo y pensé que había reventado la cocina, por el gas", comentó posteriormente Gurrutxaga. Pero se trataba de una deflagración producida por varios artefactos explosivos colocados junto a la puerta de acceso a su vivienda: seis aerosoles y dos bombonas de camping-gas, que reventaron la puerta de entrada del piso. Cuando aún no se había recuperado del susto se produjo una segunda explosión, que destrozó los cristales de las puertas interiores del domicilio, afectó a la vivienda contigua y provocó un pequeño incendio. La inmediata reacción de un vecino evitó que las llamas se extendieran por el piso y que la periodista y sus dos hijos resultaran heridos.

Esta no es la primera vez que Carmen Gurrutxaga sufre la agresión de los violentos. Sus artículos sobre ETA, HB y los movimientos que les apoyan siempre la han situado en el disparadero de las críticas de esos grupos. El pasado 16 de enero, HB convocó una concentración ante su domicilio. Allí se dieron cita los dirigentes de la formación radical Joseba Álvarez y Rufi Etxeberria, que hoy se encuentran en la cárcel por colaborar con ETA, así como otros cargos electos y militantes de HB en Guipúzcoa.

La Asociación de la Prensa de San Sebastián, los partidos del Pacto de Ajuria Enea y el sindicato ELA condenaron en términos rotundos el ataque contra el domicilio de la periodista.

De otro lado, varios desconocidos lanzaron seis cócteles mólotov contra la fachada de la vivienda de un agente del Cuerpo de Seguridad de Bayona, en la localidad vasco-francesa de Larresorre. Ni el agente ni su familia resultaron heridos.

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