Vergüenza torera y pundonor

La vergüenza torera de Rafael Ortega y el pundonor de Vicente Barrera salvaron del fracaso la corrida que por culpa de lo bronco del encierro y del aire que sopló toda la tarde era inevitable.Rafael Ortega fue zarandeado aparatosamente y empalado al veroniquear al buey corrido en quinto lugar, pero, sin mirarse el terno, se levantó e instrumentó apuradas chicuelinas. Banderilleó espectacularmente dándole todas las ventajas al enemigo, ganándole desahogadamente la carrera y asomándose al balcón en la reunión. Su faena se caracterizó más por la desesperación de sacarle recorridos al aplomado astado que por la limpieza de sus pases.

Bujó verónicas por el izquierdo, y por el mismo lado realizó un quite con ajustadas chicuelinas. Se lució en su pareo dejando los seis palos en todo lo alto. Con la pañosa no logró templar la aspereza del bicho.

La verticalidad, quietud y señorío con que Vicente Barrera persiguió -metafóricamente- al incierto tercero sin darle tregua ni reposo, sin importarle el viento que le movía constantemente la muleta, le permitió realizar un toreo de gran pureza. En un palmo de terreno inició su trasteo con imponentes estatuarios. Fue manifiesto su esfuerzo por ligar sus redondos y naturales, pero aquello era una lucha titánica entre la férrea voluntad de un torero pundonoroso y la terquedad de la bestia de no repetir.

Con el gazapón ejemplar que cerró el festejo, el valenciano se vio apurado por no estar acostumbrado todavía a las embestidas del toro mexicano.

Jorge Gutiérrez debe darse cuenta de que sus últimas actuaciones en la. Monumental de México están deteriorando su historial taurino de 20 años y debe considerar si es el momento para retirarse. Al soso que abrió plaza no lo supo dominar y al tardo sobrero que sustituyó al cuarto le hizo una larga y tediosa labor.

En la lidia del cuarto toro, otra vez la falta de criterio del juez de plaza -Jesús Dávila- suscitó una bronca. No devolvió oportunamente al cuarto burel, que en el primer tercio se fracturó el pitón derecho al clavarlo en la arena, y hasta que no se inició el último tercio no lo devolvió al corral, cuando ya toda la concurrencia se desgañitaba gritando y se oponía a que Gutiérrez lo lidiara.

Muere El Espartero

El matador de toros mexicano Manuel Gutiérrez El Espartero murió el sábado en Ciudad de México a la edad de 79 años como consecuencia de las heridas que sufrió al ser atropellado por un autobús, informa France Press.El Espartero es el único torero del mundo que ha recibido cinco alternativas, por renuricia de cada una, la primera de ellas en 1940, y la última en 1959. Fue a partir de entonces subalterno y en 1965 se retiró. Había debutado de novillero el año 1933.