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CRISIS EN LOS MERCADOS.

El nuevo desplome de los mercados asiaticos vuelve a convulsionar las bolsas occidentales

La crisis económica y financiera de los países asiáticos golpeó ayer, de nuevo, los mercados occidentales. La Bolsa de Tokio perdió el 5,24%, es decir 846 puntos, lo que vuelve a ponerla a un paso de perder el nivel de los 15.000 puntos. Tan sólo le faltan 314,89. El mercado de valores de Seúl también cayó con fuerza un 5,1 %, en tanto que el descenso en Hong Kong fue del 3,24%.Esta recaída de los principales mercados asiáticos se trasladó de inmediato a las restantes bolsas mundiales. Las occidentales reaccionaron a la baja desde la apertura, aunque en todas ellas era día de vencimiento de los mercados de futuros, por lo que apenas opusieron resistencia a los descensos.

La Bolsa de Madrid perdió al cierre 14,10 puntos, el 2,24%, en una jornada con escasa actividad, ya que de los 165.566 millones de pesetas contratados, el 63%, algo más de 100.000 millones, procedían de operaciones fuera del mercado. El índice general quedó en el 614,94%. El sector más afectado fue el bancario, con un recorte próximo al 3%. Los bancos habían registrado en las últimas jornadas las revalorizaciones más fuertes, debido a los intensos rumores de fusiones en el sector.

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Mientras, en el mercado de deuda se conseguían nuevos mínimos históricos en rentabilidad y en el diferencial con Alemania. La rentabilidad de la deuda a 10 años bajó hasta el 5,52%, seis centésimas por debajo del día anterior, y el diferencial con la deuda alemana caía hasta los 0,29 puntos. Para los operadores era evidente que se estaba produciendo un trasvase de fondos desde la renta variable hacia la deuda, ante la incertidumbre que rodea la evolución de las bolsas.

Recuperación en Wall Street

La apertura con fuerte tendencia a la baja de Wall Street, que anotó un recorte máximo de 268 puntos (3,43%) durante la sesión, provocó la alarma en los mercados europeos, en los que se aceleraron las pérdidas. El mercado estadounidense logró luego una fuerte recuperación y cerró en 7.756,29 puntos. Contuvo el retroceso final a 90,21 puntos (1,15%). El contrato de futuros sobre el índice Standard & Poor's llegó a perder 30 puntos, el límite fijado por las normas del mercado, y sólo a partir de ese momento llegaron las reacciones.Las bolsas europeas, aunque limitaron sus bajas, terminaron la jornada apuntando hacia un temor creciente por la evolución de la situación en Asia y sus posibles repercusiones. Londres perdió el 2,87%; París, el 2,47% y Francfort, el 2,58%.

En estos momentos, en los que el principal banco de Japón (Tokio-Mitsubishi) ha anunciado pérdidas multimilIonarias, nadie se atreve a evaluar la profundidad de los problemas del conjunto de los países asiáticos, aunque van surgiendo voces que llaman a la sensatez. El temor a una liquidación de las posiciones en el exterior en deuda estadounidense empieza a desaparecer, ya que esos activos constituyen la garantía de otras operaciones y, en el fondo, son la parte más solvente del sistema financiero japonés.

El contagio de la crisis asiática también se extendió a Latinoamérica. La Bolsa de México perdió al cierre 94,38 puntos (1,87%) y quedó en el 4.946,53. El índice Merval de Buenos Aires registraba, a media sesión, un recorte del 4,4%. El índice Bovespa de Sao Paulo, el principal de Brasil, cerró en 9.139 puntos, con un retroceso del 3,62%.

La facilidad con que los problemas de Asia se trasladan a Europa y América está también relacionada con la coincidencia de todos los mercados en la parte alta de un ciclo alcista. Las retiradas de beneficios para concluir el ejercicio son habituales en estos días y, dadas las circunstancias, nadie tiene problemas para renunciar a una parte de lo ganado con tal de poner el dinero a salvo, lo que explica la aparente facilidad con que el papel llega al mercado. Al mismo tiempo, hay que recordar los pronósticos de los analistas para el año próximo, entre los que se va imponiendo cierto criterio negativo.

También aquí se encuentran los analistas con el problema de la evaluación de la profundidad de la crisis asiática y del posible impacto sobre las economías occidentales.

En cualquier caso, el sistema financiero japonés es gigantesco y tiene ramificaciones repartidas por todo el mundo. Aunque sólo haya que remitirse a un descenso de su actividad, según los analistas, este dato es motivo suficiente para preocuparse y es la causa de la paralización parcial de los mercados occidentales.

En lo que sí aciertan los analistas es en que si se habla con extrema facilidad de mercados mundiales, es absurdo referirse ahora a la crisis asiática como si fuera un simple problema local. Hace apenas tres días que la Bolsa española se acercaba a su máximo y ayer tuvo fortuna cuando el mercado de Wall Street empezó a frenar su caída.

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