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Los mercadillos no podrán tener más puestos, según una nueva norma

Antonio Jiménez Barca

El Ayuntamiento ya tiene listo el futuro mapa del mercadillo ambulante. En una nueva ordenanza, que se aprobará el próximo pleno municipal (día 23), se especifica dónde se colocarán este tipo de recintos y qué capacidad tendrán. Lo que los técnicos del Ayuntamiento han hecho, a juicio de los vendedores, es reflejar en una norma los puestos que existen actualmente, sin posibilidad de que haya más. El Rastro podrá albergar 1.700 vendedores, 1.800 menos, que los que permitía la ordenanza de 1986.

"Desde 1986 hasta ahora se han perdido muchos puestos de venta legal ambulante en mercadillos", asegura Juan Rojas, presidente de la Federación del Comercio Ambulante de la Comunidad, "ya que los vendedores se iban jubilando y el Ayuntamiento no renovaba licencias".En concreto, en la ordenanza de 1986 se estipula que en Madrid había sitio ara 6.046 puestos, repartidos en los 22 mercadillos existentes. Ahora, en la nueva ordenanza, se indica que habrá mercadillos que no podr sumar mas de 3.911. Es decir, os puestos que hay censados. Lo que la norma impide s que haya más.

Pero ¿hay tio en la ciudad para más endedores ambulantes? Rojas lo tiene claro: "Cualquiera que e pasee por la, ciudad verá vendedores ilegales en las esquinas. Esto quiere decir que sí hay oferta. Y si hay oferta es que hay demanda".

En la Comunidad de Madrid existen, según los datos de la Federación del Comercio ambulante, unos 5.000 vendedores legales. Es mucho más difícil determinar los que venden sólo en el municipio. "La misma palabra lo dice, somos ambulantes, no tenemos sitio fijo y pocos se mantienen en la ciudad; viajamos mucho por los pueblos", dice Rojas.

Pero el presidente de los vendedores ambulantes madrileños asegura que, además, de estos 5.000 que pagan impuestos, existen otros 1.000 que comercian ilegalmente. "Y la mejor manera de legalizarlos es darles un sitio para que puedan, ejercer, pero, por lo que se ve, el Ayuntamiento no quiere que crezca este tipo de venta", añade Rojas.

Si a este comerciante se le pregunta si su tipo de venta perjudica al tendero medio responde: "Pues sí, pero que conste que los vendedores ambulantes somos los que empezamos en esto, así que tenemos los mismos derechos que los demás".

Rojas se queja, además, de la falta de participación: "El Ayuntamiento prepara una ordenanza que va a regular nuestra vida y ni siquiera nos pregunta. Nosotros podríamos ayudar a mejorar las cosas. Hay mercadillos que acogerían más puestos de los, que pone la ordenanza, y otros, menos".

Críticas de IU

El concejal de Izquierda Unida Gerardo del Val manifestó ayer que considera "negativa" la reducción de puestos desde 1986. "Y me parece lamentable que el Ayuntamiento no haya tenido ni siquiera la cortesía de hablar con los implicados", añadió, "intentaremos que el municipio cambie de opinión y no sea tan restrictivo".En la nueva ordenanza también se especifican los puestos que tendrá el mercadillo de sellos de la plaza Mayor (107) y el de pintores (30).

Y las faltas. Por ejemplo, están multadas con 25.000 pesetas las siguientes cosas: anunciar la venta con megáfono, no cumplir el horario (de 9.00 a 14.00) o pernoctar en la zona reservada para el mercadillo. No limpiar el sitio una vez terminada la venta está multado con la misma cantidad.

La reincidencia en las faltas leves acarreará una multa que puede llegar hasta las 500.000 pesetas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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