El 80% de la juventud, sufre el rechazo social que provoca el acné

"Ya se te quitarán cuando te cases"; "yo, a tu edad, estaba igual"; "eso te pasa por andarte tocando", o incluso "¡quién los tuviera!", son algunos de los tópicos con que los adultos tratan de restarle importancia, generalmente sin éxito, a un problema estético. Los granos aparecen cada año en 600.000 jóvenes españoles provocando Complejos, inseguridad, fracaso escolar y un rechazo social que en algunos casos conduce a la depresión y la ansiedad."Es inadmisible ya que un médico tome el acné a la ligera, la repercusión psíquica es importantísima y está demostrado que el acné influye negativamente hasta para encontrar trabajo", dice Francisco Camacho, presidente de la Academia Española de Dermatología (AED).

Mara Cuadrado, psicóloga especializada en jóvenes, explica que "en la adolescencia se valora en exceso todo lo que tiene que ver con el cuerpo, se aceptan como modelos de éxito social las caras y los cuerpos perfectos que ofrecen los anuncios, casi imposibles de conseguir, sobre todo si se tienen granos o sobrepeso, y todo eso acaba disminuyendo la autoestima". Según Cuadrado, no es fácil que el acné sea motivo por sí solo de depresión, pero es uno más que, en un adolescente inseguro y predispuesto, puede ser determinante.

El papel de los mayores es fundamental a la hora de inculcar al joven seguridad en sí mismo, habilidades sociales y valores al margen de su cuerpo; pero la realidad suele ser que los granos provocan a diario discusiones entre padres e hijos, quienes a veces se niegan a salir a la calle o pasan horas encerrados en el cuarto de baño explotando sus espinillas, sin ser entendidos.

Cuadrado concluye que muchas veces los padres, con la mejor intención, meten la pata: no se le puede decir a un adolescente lleno de granos: 'No pasa nada, que estás muy guapo'; hay que dar al acné la importancia que tiene, ni más ni menos, y facilitarle los medios para curarlo".

Arsenal terapéutico

Al parecer, la solución a los granos ha dejado de ser la resignación y su curación es ya posible. Miguel Aizpún, vicepresidente de la AED, asegura: "Es innegable que el acné produce un impacto psicológico y social importante en quienes lo padecen; pero los dermatólogos ya tenemos solución para cualquier tipo de acné".La confianza de los dermatólogos en su arsenal terapéutico -que incluye jabones, geles, cremas, lociones, peelings, mascarillas, antibióticos, antiinflamatorios, antisépticos, hormonas, inyecciones y píldoras- se debe en gran parte al isotretinoino, un derivado de la vitamina A ácida, con efectos secundarios que restringen su uso, elegido en los ochenta el medicamento de la década por la Academia Americana de Dermatología. "Hay que decir a los jóvenes que no estén preocupados, que les vamos a curar los granos y no les van a impedir ligar, como nos ocurría a nosotros", resuelve Aizpún.

El acné es, en sus diferentes grados, una de las enfermedades de la piel más frecuentes, afectando a un 80% de los adolescentes -si bien sólo el 10% de los casos es de intensidad media, y el 1%, severo- Su origen está en un exceso de producción de sebo, que se acumula en los folículos pilosos, en la raíz del pelo, causando inflamación; pero en su aparición intervienen también factores de tipo hormonal, hereditario, emocional, psicológico o microbiano, entre otros. Las lesiones del acné surgen en las zonas con más glándulas sebáceas, sobre todo cara, cuello, pecho y espalda, e incluyen espinillas o comedones, pápulas, pústulas y nódulo-quistes, además de dejar cicatrices (que ahora también son tratables) en los casos más severos.

Una paradoja respecto al acné es que, pese a ser una enfermedad muy habitual, la población lo conoce poco, lo que origina abundantes lugares comunes que sólo sirven para crear confusión. El tópico más extendido es tal vez el de los efectos nocivos del chocolate, y, sin embargo, según aseguran los especialistas, está demostrado que ningún alimento provoca acné (distinto es que en determinadas personas con hipersensibilidad a algún alimento surjan reacciones alérgicas acniformes). No obstante, matiza Camacho, "lo que no puede hacer un adolescente con acné es tomarse una pastilla de chocolate por la mañana y otra por la noche; hay que evitar el abuso de dulces e hidratos de carbono, porque se transforman en nuestro organismo en sebo".

Otros consejos: baño o ducha diario, lavado de cabello dos o tres veces a la semana y limpieza de cara dos veces al día, sin friccionarse mucho al secarse; utilizar, sin compartirlos, productos que recomiende el dermatólogo, incluidos cosméticos no grasos; no abusar del cerdo, dulces, marisco, alcohol, frutos secos, quesos fuertes, patatas, miga de pan, comidas picantes o muy sazonadas, bebidas carbónicas, café y té.

Además, impedir el contacto del pelo con la cara (flequillos y melenas) y no apoyar con frecuencia las mejillas en las manos; no manipular los granos (así se forman las cicatrices) y afeitarse con cuidado; hacer deporte o pasear al aire libre y tomar el sol con precaución; ser constante y paciente con el tratamiento, así como, por último, dormir bien y rehuir el nerviosismo y el estrés, aunque no está claro si son causa o consecuencia del acné.