17 fallecidos por inhalaciones en cuatro años

Diecisiete muertes se han producido en la región desde 1994 a causa intoxicaciones de gas.Dos abuelos y su nieto. El ocho de enero de 1994 fallecían por intoxicación de gas dos abuelos y su nieto en su casa de Collado Villalba, de Madrid.

El gestor y la secretaria. Cinco días después aparecían los cadáveres desnudos de un gestor y su secretaria en una oficina de la calle de Alcalá. Murieron por inhalar el monóxido liberado por un calentador de agua.

Muerte en la bañera. El 25 de abril del mismo año murió asfixiada Pilar Rubio, de 35 años, mientras se bañaba en su domicilio de Coslada.

Embarazada. El año 1994 terminó con otra víctima mortal. Rosa C. M, de 24 años y embarazada de cuatro meses, murió intoxicada en su piso de la calle de Huerta de Castañeda (Latina). La víctima apareció en la cama en los brazos de su marido, Amadeo G. G., de 23 años y agente de policía, quien llevaba tres días catatónico, junto al cadáver de su mujer.

Familia de Cenicientos. Un escape de gas mató a una pareja de deficientes mentales y a sus dos hijos -de dos años y nueve meses- el 23 de enero de 1995 en Cenicientos. La fuga se debió al mal ajuste de la caperuza de la bomba.

Accidente en la zanja. El 15 de febrero de 1995 un operarlo murió asfixiado en una zanja de la ronda de Segovia. Otro compañero quedó en coma.

Tragedia en San Fernando. El 25 de enero de 1996 un padre y sus dos hijos mueren intoxicados en su casa de San Fernando de Henares. Sergio Pereira, mecánico de 43 años, yacía junto a sus hijos: Isabel, de 13 años, y Javier, de 14. Los fallecimientos fueron atribuidos al monóxido de carbono liberado por la mala combustión del calentador.

Móstoles. Una nueva intoxicación mortal se producía 12 días después en Móstoles falleció Rosario Rodríguez, de 36 años. El origen de la intoxicación mortal fue una caldera defectuosa de gas propano. La instalación había sido revisada dos meses antes.