"Espero que Mayor no corte el acercamiento de los presos"

José Antonio Rubalcaba, bilbaíno de 57 años, dirigente del PNV y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, cree que constituiria un movimiento serio, dentro de la política penitenciaria, el rápido acercamiento de, todos los presos de ETA que están fuera de la península y el traslado a Euskadi de 100 reclusos internados en prisiones situadas en otras comunidades autónomas.Pregunta. ¿El asesinato de José Luis Caso es el principio del fin de los traslados?

Respuesta. Cuando se ha despojado a una persona del primer derecho que es el derecho a la vida todo el tema de los presos, lógicamente, va a un segundo plano. Pero nosotros somos partidarios de la política penitenciaria esté al margen de los atentados. Así lo declaró también Mayor hace una semana. Es que si no, le damos a ETA la posibilidad de que dirija la política penitenciaria. Soy consciente de que hablar en estos momentos del problema de los presos, cuando está el cadáver de José Luis Caso encima de la mesa, pierde su sentido, pero lógicamente es un tema que, pasados estos momentos de dolor y de rechazo social multitudinario, habrá que retomar.

P. El próximo día 28 se cumplen dos años de la declaración del pleno del Parlamento en favor del acercamiento de todos los presos vascos a cárceles de Euskadi. ¿Qué movimientos, en esa dirección, ha hecho Mayor Oreja?

R. A pesar de las buenas palabras de Mayor, el único movimiento positivo ha, sido el último: el traslado a la península de los cinco presos que estaban en las islas y en Ceuta y Melilla, y el acercamiento a Euskadi de cinco reclusos de ETA. Lo único en lo que hemos avanzado es en el excarcelamiento de los reclusos con enfermedades incurables.

P. Mayor afirma que ya ha acercado a más de 60 presos.

R. Pero en su propio discurso mantiene la estrategia de la dispersión de los presos de ETA porque la considera correcta, y en eso chocamos frontalmente. No entendemos esta política, más que desde un punto de vista de castigar más al interno y, sobre todo, a sus familiares.

P. ¿El ministro del Interior no se ha atrevido a situar a los 23 miembros de la Mesa Nacional fuera de las cárceles vascas?

R. Me alegro de que no les hayan aplicado la dispersión. ¿Por qué lo ha hecho así con estos y no lo hace con todos los demás? Él tendría que explicar si a los dirigentes de HB los considera de manera distinta, porque no casa con la política de dispersión que mantiene.

P. En la reunión del pasado lunes de la dirección del PNV ustedes concluyeron que la última medida de Interior era "tímida y poco seria".

R. Lo que planteamos es que si es un primer paso y va a ir seguido de nuevos movimientos, lo valoramos tímido pero positivo. Si es un hecho aislado, la dirección del PNV cree que es una tomadura de pelo. Podemos entender que en este momento y con el asesinato de Caso haya una situación de impasse, pero no entenderíamos en ningún caso que no se produzcan más traslados.

P. ¿Le parecería un movimiento serio el acercar, para Navidad, a todos los presos de ETA a la península y trasladar a 100 reclusos a las prisiones vascas?

R. La situación de los que están fuera de la península clama al cielo, debido a la distancia a la que se encuentran. Si Interior fuese capaz de dar un paso como el que me plantea consideraríamos que habíamos entrado en una dinámica distinta y positiva, y que esa política iba a contar con el apoyo de todo el arco parlamentario vasco.

P. ¿Entenderían que el asesinato de Caso fuese una disculpa para ralentizar los acercamientos?

R. Hay un hecho cierto y grave, y es que hay otro concejal del PP asesinado por ETA. Pero transcurridos unos días y serenados los ánimos, tendremos que volver hablar de los presos. En un plazo prudencial se debería producir un nuevo acercamiento. Esperemos que Mayor no se ampare en los atentados para cortar de raíz lo que ha sido un primer paso, y que en Navidad haya más traslados. Si hay voluntad política, es factible reubicar a los 850 presos vascos en las 14 cárceles que están a menos de 300 kilómetros de Euskadi.

P. ¿Ese "plazo prudencial" está íntimamente ligado con el último cartucho que la Comisión puede activar: la denuncia de la política penitenciaria española ante instancias europeas?

R. Si hay un acercamiento progresivo de presos, el PNV se lo va a pensar. Si no, es un acuerdo que está en la Comisión y que podrá activar. Es el último cartucho, y HB lo sabe.

P. Horas antes del asesinato de Caso, los partidos mantenían una agria polémica sobre la propuesta de Joaquín Almunia para indultar a etarras arrepentidos.

R. Creo que es una polémica artificial. Durante el mandato de Juan Alberto Belloch no se nos hizo caso a las solicitudes de indulto presentadas por la Comisión. Cuando no se está aplicando una política penitenciaria determinada como el acercamiento, hablar de indultos me parece que es salirse del tiesto.

P. ¿Por qué el PP parece tener tanto miedo a hablar de indultos y de procesos de reinserción?

R. A nivel de España, hay una ciudadanía que, porque tiene su odio a todo lo que lleve acompañado las siglas de ETA por las barbaridades que está cometiendo, tiene un sentimiento de que a los presos no se les debe acercar.

P. ¿El atentado contra Caso ha sido una carga de profundidad contra el trabajo de ELA, LAB, EHNE y Elkarri?

R. El asesinato de Caso ha ido a la línea de flotación de cuatro organizaciones que habían intentado abrir un tercer espacio. HB se debe plantear cuál es su papel en toda esa dinámica. Si LAB y FIB siguen sujetos a ETA cometerán el mayor error de su vida. Pedirle a ETA que no mate es hacer cantos al sol, pero sí le pediría a HB y LAB que, después de haber mostrado que tienen cintura política, planteen a ETA que deje las armas. Los problemas de este país no se solucionan asesinando a concejales, sean del grupo que sean.