_
_
_
_
_
ETA VUELVE A MATAR

La familia del concejal asesinado se enteró del atentado por televisión

Miguel Ángel Noceda

La localidad cántabra de Comillas recibió ayer una fuerte sacudida al conocer el asesinato de José Luis Caso Cortines, nacido allí y miembro de una extensa familia, muy apreciada en la ciudad. Los familiares de la última víctima de ETA se enteraron del atentado por televisión y partieron hacia en la misma madrugada del viernes. Los vecinos de la villa, que recordaban que este verano ETA intentó un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil, contenían ayer su rabia y dolor.

En Comillas llueve sobre mojado. El pasado verano, en agosto, la localidad cántabra fue golpeada por el intento frustrado de atentado con lanzagranadas contra el cuartel de la Guardia Civil. Esta vez, la sacudida fue mayor tremenda. José Luis Caso Cortines llevaba muchos años fuera de Comillas -desde que, a los 22 años, fue destinado a Irún a hacer la mili y conoció allí a quien después sería su esposa-, pero seguía vinculado a su tierra, a donde acudía periódicamente para visitar a su madre, Ginia y a sus hermanos -Calín, Finu, Manoli, María Antonia...-, a sus sobrinos, a su larga lista de familiares. Que los Caso son bastantes en Comillas.El mazazo, esta vez, fue de verdad. Rompió esa paz otoñal a la que la población comillana tanto abraza desde que abandona los mareos del verano, época en la que se multiplica por 10 el número habitual de vecinos (unos 2.000). Y llegó por televisión al final de la jornada del jueves, cuando la mayor parte de los hogares y bares se preparaban para descansar de un día que había sido normal.

La madre, de 84 años, conocía que desde hace meses su hijo "Luisín", como le llamaba, estaba amenazado por ETA y, en ocasiones, refería esa circunstancia a sus vecinas de La Aldea. Entendía la actitud de su hijo con cierta tristeza. La misma madrugada de ayer emprendió viaje a Irún con sus hijos. Les acompañaron varios familiares más.

"La gente está consternada, muy jodida", decía ayer con crudeza por teléfono Dioni, del restaurante Doña Luz. No era extraño toparse con respuestas, como ésa entre los vecinos.

Aunque José Luis Caso había perdido contacto con gran parte de la población comillana, su familia es muy apreciada en la villa. El padre, fallecido hace años, trabajó primero como chófer de la Universidad Pontificia y después como taxista. Su hermano mayor fue empleado municipal hasta su reciente jubilación y una de sus hermanas es dueña del popular bar-cafetería Samovy, sobre todo por su terraza de verano, que cubre medio Corro Campíos.

Las banderas ondeaban ayer a media asta en la villa y en la región. El domingo está previsto un funeral en la Iglesia de San Cristóbal, de la plaza de la Constitución, que será oficiado por el vicario de la Diócesis, Luis Vega. El presidente de Cantabria, José Joaquín Martínez Sieso, y otros representantes de las instituciones cántabras, como el alcalde de Comillas, Pablo Garcia Suárez, acudirán a oficio religioso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

No hace mucho, el 25 de abril pasado, ETA asesinó a otro cántabro, el policía Luis Andrés Samperio, natural de Los Corrales de Buelna.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_