El Fondo Monetario no entregará a Rusia los 100.000 millones solicitados, al menos hasta enero
Una de cal y otra de arena. La de cal, la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que esta semana ha estudiado sobre el terreno la marcha de las finanzas de Rusia recomendará el desbloqueo del próximo tramo del crédito a este país. La de arena, esa inyección de liquidez, de 700 millones de dólares (más de 100. 000 millones de pesetas), que el Estado necesita desesperadamente para pagar los atrasos a millones de empleados públicos, no llegará antes de enero.Según un comunicado de la oficina del FMI en Moscú, la delegación llegó a un acuerdo con el Gobierno ruso en diversos terrenos y, muy especialmente, sobre la política presupuestaria y fiscal para 1998. El propio presidente, Borís Yeltsin, logró la pasada semana con una intervención en la Duma, dominada por la oposición comunista y nacionalista, que ésta aprobase el proyecto de Presupuesto.
La promesa de Yeltsin de que la nómina estaría pagada, atrasos incluidos, a finales de año parece ya casi imposible de cumplir, y menos con él en un sanatorio, entre rumores de que su dolencia es más grave que una "aguda infección viral respiratoria".
Sin embargo, desde el sanatorio de Barvija y desde la Casa Blanca (la sede del Gobierno) se intenta transmitir el mensaje de que la situación está controlada. Y fuentes del Gabinete han indicado que las negociaciones con bancos extranjeros para lograr inmediatamente un crédito de 2.000 millones de dólares (casi 300.000 millones de pesetas) se han suspendido hasta enero porque la necesidad de fondos ya no es tan acuciante.
Entre tanto, uno de los procesos privatizadores con los que se esperaba meter algo de dinero en la caja se ha resuelto de forma rápida. La empresa Yukos se ha quedado con el control del 45% de las acciones de la Compañía Oriental de Petróleo por unos 800 millones de dólares (unos 120.000 millones de pesetas).
También se espera que antes de dos semanas la dirección del Banco Mundial acuerde conceder a Rusia dos créditos por un importe total de 1.600 millones dólares (casi un cuarto de billón de pesetas), aunque el destino de estos fondos no debería utilizarse, teóricamente, para pagar los atrasos salariales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.