El nacionalista Roca visita a Sala en la cárcel

Afirman los presos que nada se agradece más en la cárcel que una visita. Y si el visitante es un adversario, el gesto tiene doble valor. Eso es lo que debió de pensar anteayer por la mañana el socialista Josep María Sala, preso por el caso Filesa, cuando recibió el anuncio de que tenía una visita fuera del horario establecido y tras el cristal del locutorio encontró al nacionalista Miquel Roca.La visita no hubiera sido posible sin el beneplácito de un dirigente del PSC que exige el anonimato. Roca acudió a la cárcel discretamente y a título personal. Aprovechó su condición de abogado para no esperar al fin de semana, cuando se llevan a cabo las visitas reglamentarias.

El citado dirigente del PSC estableció contacto con Roca al saber que éste, actual jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, había expresado su deseo de visitar a Sala. A partir de ahí sólo hubo que rellenar uno de los varios papeles en blanco que Sala había firmado autorizando la visita de abogados, como hace cualquier preso al entrar en la cárcel. La entrevista duró unos 50 minutos. El preso quedó muy agradecido y así se lo dijo a su visitante.

Sala ha reaccionado con gran alegría a la decisión del Constitucional de admitir a trámite su recurso de amparo y confía en que el próximo fin de semana será el último que pasará en la cárcel.