López Durán confirma que avisó al Cesid del golpe de 1985

Enrique López Durán, cuyo nombre aparecía mencionado el pasado lunes en EL PAÍS como la persona que advirtió al Cesid de la existencia de un plan para asesinar al Rey durante el desfile que se celebró en A Coruña el 2 de junio de 1985, ha declarado que no formaba parte de la trama golpista pero sí intervino para evitar el magnicidio. En declaraciones al programa Hora 25 de la Cadena Ser, el pasado martes por la noche, manifestó: "Lógicamente, yo no estaba en aquella trama en absoluto. A mí me llegó la información a través de un amigo. Creí que esa información debía hacerla seguir para abortar ese tema".López Durán, residente en Murcia, explicó los motivos que le indujeron a advertir al Cesid, a pesar de identificarse plenamente con la ideología franquista: "Para mi, no existe justificación ninguna en absoluto para ningún acto que como consecuencia de él haya derramamiento de sangre y muchísimo menos si ese derramamiento de sangre puede traer consecuencias para terceros e inocentes y luego, aparte de eso que es fundamental, es que pienso que precisamente porque soy un enamorado del régimen de Franco y lo seguiré siendo mientras viva, una de las cosas que él pide en sus testamento es colaboración con el Rey y lo quiero llevar a rajatabla, aunque no esté de acuerdo con muchas cosas que han sucedido después de la muerte de Franco, pero también estoy seguro de que el régimen de Franco murió el 20 de noviembre del 75 y ya no puede volver. No me gusta el sistema [democrático] pero dentro de lo malo es lo único posible, de momento. Para mí, la figura del Rey es esencial y creo que cualquier cosa que vaya en detrimento de ello sería crear un vacío en este país peligrosísimo".

"Yo no sé", agregó, "si fui la persona clave o no [para abortar el magnicidio], yo creí un deber aportar mi grano de arena porque pensé, y lo sigo pensando, que eso hubiese sido una barbaridad".

Vera conoció el plan

El plan de los golpistas consistía en matar al Rey, la Reina, las infantas Cristina y Elena, el presidente Felipe González, el ministro Narcís Serra y la cúpula militar en pleno haciendo explotar una carga de 100 kilos debajo de la tribuna de autoridades.El ex secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, declaró ayer a Europa Press que el intento de magnicidio "fue cierto" y que las medidas que se tomaron "tanto para evitarlo como con los conspiradores fueron las más responsables posibles de acuerdo a aquella época".Vera explicó que conoció aquel asunto como responsable del Ministerio del Interior y defendió "rotundamente" la decisión del Gobierno de no adoptar medidas contra los implicados. "Ahora se está revisando todo lo que hizo el PSOE. Tras el intento del golpe del 23-F no se les aplicó la ley a muchos más de los que tampoco fueron juzgados en 1985. Quizá si en 1981 se hubieran tomado las medidas necesarias no hubiera pasado lo que ocurrió en 1985", dijo.