Conversaciones para perfilar un amplio convenio
A comienzos del presente año, ya hubo conversaciones entre expertos en la materia para perfilar el contenido de un convenio hispano-ruso de colaboración recíproca para la lucha conjunta tanto contra el terrorismo como contra el crimen organizado.En el borrador de ese texto se presta una especial atención al blanqueo de dinero, aunque sin entrar en demasiados detalles sobre cómo ha de funcionar la asistencia mutua. Cada país se reserva el derecho a no facilitar una información al otro si considera que ello perjudicaría sus intereses.
Todavía no se ha fijado la fecha para la firma del mismo, pero quizá fuera una buena ocasión para que el actual ministro español del Interior, Jaime Mayor Oreja, aceptase la invitación para visitar Rusia que se le hizo en 1992 a su predecesor en su departamento, José Luis Corcuera.
La colaboración bilateralentre ambos, países no es la ideal, pero tanto fuentes rusas como otras españolas coinciden en que hay un capítulo, el de la lucha contra el narcotráfico, en el que funciona bastante bien, por encima o paralelamente al mecanismo habitual de contactos a través de Interpol. Bien es cierto que, al respecto, hay una base legal que lo permite: el acuerdo firmado en el mes de octubre de1990.
El intercambio de información en este terreno es muy fluido. Basta muchas veces con descolgar el teléfono y marcar el número de contacto del otro país, a 4.000 kilómetros de distancia.
Especialmente eficaz es un método de trabajo que se llama de suministro controlado y que permite seguir la pista de los alijos desde el punto de partida y por los de tránsito [por ejemplo, España] hasta su destino final. Encontrar dos kilos de cocaína en un aeropuerto es muchas veces el resultado del trabajo coordinado de la policía de varios países.
