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Una 'intoxicación' del Mossad casi desata una guerra

Los servicios secretos israelíes (Mossad) atraviesan horas bajas y ya no se pueden fiar ni de sus propios miembros. Uno de ellos, Yehuda Gil, en activo hasta 1989 y colaborador contratado con posterioridad, pasó conscientemente al Gobierno información falsa y estuvo a punto de provocar, hace poco más de un año, una guerra con Siria. La revelación ha provocado escalofríos en un país que ha confiado su propia existencia a la recogida de información, convertida poco menos que en obsesión nacional. Sin embargo, las fuentes del Mossad han estado "intoxicadas" por sus propios agentes para servir, aparentemente, fines ideológicos que no coinciden con los del Estado de Israel.Gil, considerado por sus compañeros un agente modelo, fabricó en 1996 informes confidenciales en los que se aseguraba que Siria estaba preparando un ataque contra Israel. La información, transmitida al propio Gobierno israelí sin ser cuestionada, provocó una escalada militar entre los dos países que a punto estuvo de terminar en enfrentamiento. A cambio de sus mentiras, el agente percibió una generosa compensación económica para él y sus "fuentes confidenciales", que nunca existieron. Ahora se ha sabido que parte del dinero ha sido recuperado, cuando fue detenido hace tres semanas, pero la policía busca 150.000 dólares (más de 20 millones de pesetas) que le habían sido entregados para que pagase a sus "informantes".

También se ha sabido que Yehuda Gil era simpatizante y había trabajado para el ultraderechista partido Moledet. Los investigadores consideran ahora que el agente inventó sus informes porque tenía "dudas personales" sobre las intenciones del presidente sirio, Hafed el Assad, de llegar a un acuerdo de paz con Israel. El patinazo de la intoxicación que estuvo a punto de provocar una guerra se suma a una lista de recientes fracasos del Mossad, considerado hasta ahora como un modelo por muchos servicios secretos.

Hace poco más de un mes, varios de sus agentes fueron detenidos en Jordania al intentar asesinar a un líder del grupo radical Hamás y tuvieron que ser rescatados a cambio de la liberación de su fundador. Además, según la segunda cadena de la televisión israelí, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, presionado por el alto cargo del Mossad Uzi Arad, hizo llegar a Estados Unidos información falsa sobre la fabricación inminente de armamento nuclear por parte de Irak.

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