Almunia afirma que el pacto de humanidades convierte en papel mojado el decreto de Aguirre
Malestar de los nacionalistas por el cambio de estrategia del PSOE en el Senado
El laberinto político por el que circula el plan de humanidades de Esperanza Aguirre, se mostró ayer en toda su crudeza. El pacto alcanzado el martes en el Senado entre el PP, los PSOE y Coalición Canaria apenas trajo unas horas de respiro. Lejos de calmar la tensión y rebajar la confusión, las ha avivado. La ministra mantiene la vigencia de su real decreto, aunque sea revisado, mientras el líder del PSOE, Joaquín Almunia, lo considera "papel mojado". Esto hace prever que el papel mojado será precisamente el pacto, a no ser que Aguirre retire expresamente su decreto. En esta exigencia coinciden los nacionalistas vascos y catalanes, que ayer criticaron duramente el cambio de estrategia de los socialistas.
"Lo primero que debe hacer el PSOE es entenderse a sí mismo", dijo la portavoz de Educación de Convergència i Unió (CiU), Carmen Laura Gil. La diputada expresaba así el estupor que ha provocado en las filas nacionalistas el acuerdo entre los dos partidos mayoritarios, teniendo en cuenta la línea crítica y la distancia que los socialistas mantenían contra el proyecto de Aguirre.El cambio socialista, encabezado por el portavoz en el Senado, Juan José Laborda, ha provocado un considerable desconcierto entre sus compañeros de partido. El ex presidente del Senado, que ayer dejó traslucir su temor a un incumplimiento por parte del Gobierno, manifestó que el acuerdo "no es un cheque en blanco ni le va a salir gratis a la ministra". "No le pedimos que se humille, pero Aguirre tiene que retirar las cartas de la mesa, barajar y volver a repartir", dijo Laborda, quien se mostró convencido de que la no retirada del decreto violaría el pacto.
En la moción aprobada por el Senado se pide al Gobierno que impulse un plan de humanidades, que realice una evaluación rigurosa del sistema, que promueva el consenso sobre las enseñanzas mínimas, que respete las competencias autonómicas, que dé cabida a las comunidades educativa y científica en la elaboración del plan y que reactive la Conferencia de Educación (Administración central y comunidades con competencias).
La confusión provocada por las interpretaciones de los dos principales firmantes fue de tal calibre que el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, salió al paso de las manifestaciones de Aguirre en el sentido de que el decreto seguía adelante. En un desayuno con la Asociación de Periodistas Parlamentarios, Almunia repasó punto por punto los cinco de la moción y concluyó que cumplirlos es tanto como invalidar el proyecto del Ejecutivo: "Si la ministra comparte lo que han votado el PP, el PSOE y Coalición Canaria, el proyecto de decreto es papel mojado".
Los nacionalismos pierden
"En España hay que enseñar la historia no con la actitud del Gobierno, que practica el despotismo ilustrado, sino con la búsqueda del mayor consenso posible", añadió Almunia, que también se refirió a los diversos tipos de nacionalismo: "Yo no soy ni nacionalista español, ni catalán ni vasco. Si se aprueba esta moción y se cumple, todos los nacionalismos habrán resultado derrotados". Almunia dejó claro que los socialistas no retirarán la proposición no de ley que el Congreso debatirá el día 16 y en cuyo primer punto se pide la retirada del decreto.Los colaboradores de Aguirre mostraron su extrañeza por la actitud del PSOE al día siguiente del pacto: "Cuesta trabajo que un programa realizado por expertos e intelectuales de prestigio sea descalificado por el hecho de que haya sido presentado por el Gobierno". Según estas fuentes, en modo alguno se abandonará el proyecto: "La retirada no consta en la moción del Senado, y eso que fue objeto expreso de la negociación. No podemos pensar que haya tanto doble lenguaje por parte de un partido".
El consejero de Enseñanza de la Generalitat catalana, Xavier Hernández, difundió un comunicado en el que, tras valorar que el Gobierno "se avenga a un diálogo profundo", explica su rechazo a la moción porque no contiene "ningún compromiso de retirar o suspender la tramitación del proyecto", lo que hace pensar que el Gobierno intenta "recortar competencias" de las comunidades e "imponer una visión unitarista del Estado". Hernández criticó que el PP y el PSOE "centren la atención en la reforma de las enseñanzas mínimas, cuando la mejora de las humanidades no se conseguirá con una mayor intervención del Gobierno, que sería una especie de LOAPA de la educación".
En el País Vasco, el Parlamento autónomo aprobará hoy previsiblemente una proposición no de ley de Herri Batasuna, enmendada por los tres integrantes del Gobierno tripartito (PNV, PSOE y Eusko Alkartasuna), en la que se reclama la retirada del decreto.
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