Enfrentamiento entre el PSOE y el PP por el papel de Fungairiño

La ministra de Justicia, Margarita Mariscal, defendió ayer al fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, frente al criterio del PSOE de que su nombramiento "es equivocado, perturbador para la administración de justicia e irresponsable" al estar defendiendo "intereses partidistas". La réplica contundente no vino de la ministra, sino del portavoz de Justicia del PP, Andrés Ollero: "El PSOE no quiere a Fungairiño porque no quiere enterrar el caso GAL".Durante varias horas estuvo reunida en el Congreso la comisión de Justicia, en la que Mariscal opinó sobre los Libros Blancos elaborados por el Consejo General del Poder Judicial y por el Ministerio Fiscal. La única tensión se estableció entre la portavoz socialista, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra.

El grupo socialista aprovechó la comparecencia de Mariscal para volver a criticar el nombramiento de Fungairiño. Fernández de la Vega recordó que había sido expedientado, junto a otros fiscales, y que, a pesar de las sanciones y la opinión contraria del Consejo Fiscal, el Gobierno le eligió. Cristina Almeida, de Nueva Izquierda, puso sobre la mesa esta circunstancia con tono humorístico. "¡Vaya!, con lo difícil que es buscar a fiscales expedientados, usted va y nombra al sancionado".

La ministra no se salió del guión y casi recitó los criterios asépticos y técnicos que esgrimió en su día para nombrar a Fungairiño: 20 años de experiencia y capacidad técnica. A la tercera vez que se le preguntó, añadió "u lucha por la legalidad contra el terrorismo".