La educación cívica será asignatura obligatoria en los institutos franceses

La educación cívica será de nuevo materia obligatoria en los colegios e institutos franceses. Ségoléne Royal, la ministra delegada de Enseñanza Escolar, ha presentado su proyecto ante el Consejo de Ministros. En nombre de los "valores republicanos", de la "moral cívica", la "ciudadanía" y la "vida colectiva", la ministra socialista quiere reforzar una asignatura, ahora inexistente como tal, y reintroducirla a lo largo del programa escolar de los estudiantes. En la actualidad, sólo los alumnos de 6 a 10 años reciben consejos destinados a reforzar el aprendizaje de las normas de convivencia, pero éstos no son objeto de evaluación alguna.El primer ministro, Lionel Jospin, en su discurso de política general, ya impuso como directiva el "aprendizaje del civismo", y luego el titular de Educación e Investigación, Claude Allègre, hizo un elogio de las virtudes de la "moral republicana". No hay, pues, nada de sorprendente en esta iniciativa del Gobierno de coalición (social-eco-radical-comunista), máxime cuando también pretende luchar contra la violencia en los suburbios, en general, y en los centros de enseñanza, en concreto.

Con los alumnos más pequeños, la orientación requiere "privilegiar la enseñanza de la civilidad" a través de ejemplos prácticos de aplicación de nociones como "tolerancia" y "responsabilidad". La ministra quiere que los profesores trabajen sobre la propia experiencia y los "métodos originales y adecuados a cada clase", pero exige que el boletín de calificaciones haga referencia al civismo del alumno.

Ya en el colegio -entre 8 y 12 años de promedio-, la responsabilidad de la "instrucción cívica" recaerá sobre los profesores de Geografía e Historia, que deberán dedicar a la reflexión media hora a la semana y una calificación a final de curso.

En los institutos, los profesores de Filosofía centraran su discurso, una hora a la semana, en cuestiones referidas al conocimiento de los "principios y las prácticas de la ciudadanía", así como al "ejercicio de la reflexión política". A partir de 1998, los propios profesores deberán demostrar su competencia en "instrucción cívica" para ser contratados.

De momento, sólo las grandes orientaciones parecen claras. Es Jean Baubérot, autor de La moral laica contra el orden moral, la persona encargada de coordinar los trabajos para perfilar la materia. Los actuales o los viejos manuales aparecen totalmente desfasados. En algunos de ellos se utiliza como ejemplo de actuación política ejemplar a personajes hoy encarcelados por casos de corrupción u otros sobre los que pesa la sospecha de que trabajaron como espías de una potencia extranjera.

La ministra, que, ante la progresión de la violencia entre jóvenes y adolescentes, ha dicho que "la firmeza es la más eficaz de las soluciones", ha querido precisar que "esa firmeza en ningún caso debe suponer la humillación del alumno", ya que "detrás de muchos actos de incivismo o de violencia, lo que en realidad hay es un grito de desesperación, un último SOS. Muchos jóvenes carecen de puntos y valores de referencia. La enseñanza tiene la obligación de ayudarles a encontrarlos".