BIair sienta las bases de una revolución electoral que amenaza al Partido Conservador británico
El primer ministro laborista, Tony Blair, sentó ayer cautelosamente las bases para una revolución en el sistema electoral británico que podría pulverizar las ambiciones conservadoras de retomar al poder mediante las urnas en la actual generación. Sin derrochar entuasiasmo, Blair creó una comisión para la reforma electoral que, al proponer un sistema alternativo al actual de mayoría simple, podría introducir el concepto de representación proporcional en todo el Reino Unido. Esto garantizaría, en teoría el crecimiento de los liberal-demócratas en detrimento de los tories.
La idea, a la que el propio Blair dice que no se suscribe totalmente y que deberá ser previamente sometida a un referéndum, fue celebrada como un triunfo por los liberal-demócratas de Paddy Ashdown. Sin embargo, analistas de prácticamente todo el espectro político aconsejaban prudencia ante la euforia liberal: aunque las reformas apuntan a las próximas elecciones del 2002, no existe seguridad de que sean aplicadas para esa consulta. Lo más probable, dicen, es que, de aprobarse, las reformas regirían para la siguiente elección parlamentaria.La designación de lord Jenkins, el ex dirigente laborista hace tiempo alineado sólidamente con Ashdown, como presidente de la comisión encargada de estudiar las reformas no hizo sino poner de relieve la creciente afinidad entre liberales y laboristas, algo que los conservadores temen que pueda convertirse en una alianza capaz de neutralizar sus posibilidades políticas durante las próximas décadas.
Aunque todavía está por ver en qué dirección se inclinan las ideas alternativas al sistema actual, el hecho de que lo primero que se tiene en mente es el de un régimen de representación proporcional (como el proyectado para las elecciones autonómicas en Escocia y Gales y como el que rige para las elecciones al Parlamento Europeo) era presentado ayer por los liberales como una verdadera victoria.
En vísperas del anuncio, Ashdown había declarado: "Estamos un momento histórico en la historia de nuestra democracia".
La comisión tiene un año para revisar las propuestas de reforma al sistema electoral. Al término del mismo podría efectuar recomendaciones y organizar un referéndum que definirá si los británicos deciden mantener el sistema de simple mayoría o prefieren adoptar las reformas que se les propongan."El sistema democrático británico está siendo transformado de una manera que pocos habrían podido concebir hace pocos años", observaba anoche Patrick Dunleavy, profesor de Ciencias Políticas de la London School of Economics, pasando revista a los métodos y resultados de los referéndos en Escocia y Gales y la elección propuesta de un alcalde para Londres. "En las próximas elecciones, los laboristas y liberal-demócatas pueden adquirir una capacidad electoral táctica, demoliendo las esperanzas tories de un renacimiento y ampliando los escaños liberales de los 46 actuales a 80 a costa de los conservadores", pronostica Dunleavy.
"La acumulación de estos cambios nos lleva a aguas inexploradas. En esos mares extraños deberemos releer el altamente significativo compromiso anunciado por Tony Blair en la Conferencia de su partido en 1997 y que apunta a poner fin a la hegomonía política de los conservadores, que han dominado la política británica del siglo XX, e inaugurar una nueva era caracterizada por el predominio de un nuevo centro-izquierda", agregó.
Se reduce el entusiasmo
Blair, sin embargo, optó en los últimos días por actuar con menos entusiasmo. Al fin y al cabo, se ha declarado en repetidas ocasiones "poco persuadido" de acelerar reformas radicales en el plano electoral. Un portavoz de Downing Street observó, sin embargo, que el Gobierno se mantiene fiel a la promesa de convocar a una consulta popular para ver si la mayoría opta por un giro al sistema de representación proporcional. "La comisión deberá recomendar una alternativa y una vez que lo haga, el Gobierno se pronunciará".Según los términos de referencia de la comisión, el organismo "será libre de considerar y recomendar un sistema apropiado o una combinación de sistemas como alternativa al sistema actual". Pero ni la ambigüedad del proyecto tal cual está formulado por el Gobierno de Blair consiguió matizar las preocupaciones tories. Brian Mahinney, portavoz del Partido Conservador y miembro del gabinete de oposición, defendió el sistema de simple mayoría como "el que mejor sirve al país". "La designación de la comisión electoral constituye un paso más hacia el sistema de representación proporcional. En todos los países donde el Parlamento es elegido mediante el sistema de representación proporcional, a los partidos minoritarios se les da inmerecida influencia. Por eso es que los liberal-demócratas están tan interesados en ese sistema", dijo.
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