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Las ventas de vehículos en Japón sufren la mayor caída de los 23 años

La Asociación de Productores de Automóviles anunció ayer que las ventas de vehículos en Japón llevan cayendo ocho meses de manera consecutiva. En noviembre lo hicieron un 23,5%, la mayor caída en 23 años comparable sólo a la de agosto de 1974, cuando el receso fue de un 27, 1 % como consecuencia de la crisis del petróleo. Estos datos, pese a todo, no deben relacionarse directamente con la crisis financiera, sino con la subida del 3% al 5% del impuesto sobre el consumo japonés el pasado abril. La caída en las ventas de coches muestran que la demanda interna del mercado nipón permanece estancada en medio de las convulsiones de las empresas más débiles en el sector financiero.También ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio a conocer en Tokio su encuesta anual sobre la economía nipona. Pese a estar basada en datos económicos de septiembre, la consulta apunta a un crecimiento para Japón del 0,8% en 1997 debido a la débil demanda interna. También indica que en 1998 el crecimiento podría repuntar y alcanzar el 2,1%, siempre que resurja la demanda privada y se reduzca la pública.

La comisión presupuestaria del Parlamento mantuvo una sesión extraordinaria para discutir la situación financiera de Japón a la que asistió el primer ministro, Ryutaro Hashimoto. "El Gobierno responde del ahorrador", subrayó Hashimoto, para quien las empresas con dificultades financieras no son prioridad en el plan de salvamento que se diseña con la ayuda de fondos públicos.

Con esa opinión coincidió uno de los grupos de la oposición, el Partido Democrático, quien presentará una propuesta de ley en la que se pide la creación de un organismo encargado de liquidar las deudas de las instituciones financieras con autoridad para cesar a todos los miembros de la directiva, según su criterio, y capacitado para penalizar a todo aquél que obstaculice el proceso.

Por otra parte, los países asiáticos reunidos en Kuala Lumpur (Malasia) para tratar de encontrar soluciones conjuntas a la crisis que afecta a sus economías, pidieron a los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) que aúnen sus esfuerzos para regular las transacciones internacionales de capitales. El primer ministro malayo, Mahathir Mohamed, renovó la petición que formulara ya hace meses durante la reunión que mantienen los países de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) y seis países más entre los que se encuentran China, Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.

[Corea del Sur recibirá un préstamo de 55.000 millones de dólares, bastante más de los 20.000 millones solicitados inicialmente, del Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer frente a su grave crisis financiera, informó anoche la televisión surcoreana citada por Reuters.]

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