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Reportaje:

Ondas Iigeras con viento artificial

Campeones del "windsurf" asombran a los espectadores del Fundole 97 en el Palacio de Deportes

Aficionados y curiosos se volcaron ayer en el acontecimiento deportivo del año en el mundo del windsurf los 35 mejores campeones de la tabla sobre el agua acudieron anoche al encuentro Fundole Eurotour 97, en el Palacio de Deportes. El recinto se convirtió en una improvisada playa de estilo californiano para acoger esa competición de windsurf acrobático a cubierto. Alrededor de una piscina de 70 metros de largo y 33 de ancho, una docena de jóvenes actuaban como animadoras, al tiempo que los participantes eran anunciados en medio de un mezcla espectacular de música y luces. Para el evento se instaló un equipo de 600.000 vatios, que convirtieron los 2.380 metros cuadrados de, agua en una nube de humo en la que ondulaban olas violetas y verdes.De repente, la ruidosa multitud repartida por las tribunas se sumió en una ola de silencio, interrumpida al instante por una lluvia de silbidos en protesta por la larga espera que tuvieron que soportar hasta que salieron los participantes. Por fin se inició el desfile de los benjamines. En trajes de neoprena negra y camiseta blanca, los surfistas se movían en su ambiente, luciendo con naturalidad unos cuerpos esculpidos y acostumbrados a las insistentes miradas de los aficionados.

Empujados por los 60 km/h de viento que soplaba en el recinto gracias al auxilio de 33 potentísimos ventiladores instalados para la prueba, los campeones deleitaron al público con sus audaces y espectaculares pruebas. Aun así, las dos estrellas de la prueba, el español Björn Dunkerbeck, 10 veces campeón del mundo, y el ídolo de las playas hawaianas, Robby Naish, defraudaron en la prueba reina del Fundole, el eslalom.

En ésta, los participantes debían realizar un circuito en forma de ocho rodeando las dos boyas que marcaban los extremos de la gran piscina. En la segunda prueba, los windsurfistas realizaron tres saltos libres tras deslizarse por una rampa de salida hacia un trampolín situado a 60 metros de distancia. Cinco jueces de la Asociación de Surfistas Profesionales (PWA) evaluaban las acrobacías con una puntuación entre 0 y 20 puntos. Fundole 97 está organizado por la empresa francesa Williwaw, con el patrocinio de marcas como Dole Food Company, Renault, Bic y Quicksilver, que han invertido 380 millones.

Antes de llegar a Madrid esta prueba, que se inició el pasado marzo en Lyón, ha recalado en octubre pasado y principio de noviembre en Milán y Berlín respectivamente. La etapa de anoche estaba supervisada por el inventor del evento, Fred Beauchêne, que realizó el primer encuentro en 1990 en París. Especialmente emocionantes fueron los saltos de la francesa Nathalie LeLievre, que ganó la prueba en Lyón, aunque las temibles gemelas españolas Romero y la suiza Karin Jaggi son una firme amenaza en su camino hacia el triunfo final. Hoy, a las 21.30, las luces del Palacio de Deportes se encenderán de nuevo y se conocerá quién se alza con el galardón.

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