Cuevas acepta negociar el plan de empleo, que costará 200.000 millones
El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, calificó ayer de "coherente con las decisiones tomadas por el consejo de Europa en Luxemburgo" la iniciativa del presidente del Gobierno, José María Aznar, de elaborar un Plan Nacional de Empleo, y añadió que esta iniciativa ha sido tomada "rapidísimamente". Cuevas expresó la disposición del empresariado a "participar en este proceso de diálogo y consulta", que ha de concretar el plan que España presentará ante la Unión Europea.Javier Arenas, ministro de Trabajo, informó en Madrid que el grupo encargado de empezar a elaborar el Plan Nacional de Empleo, cuyo coste mínimo anual será de aproximadamente 200.000 millones de pesetas, ha empezado ya sus trabajos.
Según Cuevas, el anuncio de Aznar "demuestra el compromiso y el reflejo del Gobierno español de poner cuanto antes en funcionamiento las directrices que se han establecido en el Consejo Europeo".
El dirigente empresarial señaló que el Gobierno español ha jugado "un papel muy activo, junto a otros gobiernos" en la aprobación de estas directrices y señaló que el ejecutivo de José María Aznar ha sido en la reunión de Luxemburgo "el paladín del instrumento del diálogo y del compromiso social, a lo que hemos contribuido los empresarios [ ... ]. Ésta ha sido quizá la mayor aportación del Gobierno español en Luxemburgo", señaló Cuevas.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidió que el Gobierno "reoriente" los Presupuesto de 1998 para adaptarlos a los compromisos adquiridos en Luxemburgo. Según Méndez el ejecutivo "no, puede quedarse en la retórica" tras aceptar la negociación de un plan nacional por el empleo, sino que deberá "modificar los contenidos de los presupuestos en el debate parlamentario".
El dirigente ugetista mostró su convencimiento de que "la rectificación del Gobierno" se debe a las críticas "archijustificadas" de las centrales sindicales a la posición "tan bochornosa del Ejecutivo en Luxemburgo".
Aznar: "Disparates"
Aznar rechazaba ayer de nuevo las críticas recibidas. "SI todos los que se apresuraron a censurar o descalificar al Gobierno se hubieran tomado la simple molestia de leer previamente las conclusiones de la cumbre, de leerlas atentamente, nos habríamos evitado mucho tópico gastado y bastantes disparates", afirmó el presidente en Madrid.El vicepresidente primero, Francisco Alvarez Cascos, rechazó también las críticas y dijo que España no puede comportarse como el ciclista Bahamontes, quien subía el primero a la cima y después esperaba al pelotón. En declaraciones a la Cope, Álvarez Cascos aseguró que eso es lo que se le pide a España, que renuncie a su política de creación de empleo, según afirmó la más eficaz de la Unión Europea.
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