Mandela fue informado por líderes religiosos de los desmanes de su mujer

Los líderes eclesiásticos y de las comunidad africana informaron al presidente de Suráfrica Nelson Mandela, cuando éste estaba en la cárcel durante el régimen racista, de las actividades de su esposa Winnie Madikizela-Mandela en 1989. Así lo aseguró ayer el obispo metodista Peter Storey, en su declaración. ante la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), que intenta esclarecer los crímenes cometidos durante la época racista.Según Storey, los contactos con Mandela se realizaron con la esperanza de que éste persuadiera a su esposa para soltar a los cuatro muchachos secuestrados por sus guardaespaldas. Uno de los muchachos, Stompie Seipei, de 14 años, fue torturado y apareció muerto días después.

La decisión de acercarse a Mandela fue tomada por el fallecido presidente del Congreso Nacional Africano (CNA), Oliver Tambo, quien pensó, tras fracasar sus intentos de liberar a los secuestrados, que Mandela debía- ser informado de las actividades de su entonces esposa. Los dirigentes del CNA mostraron su preocupación por la seguridad de los muchachos y del obispo metodista Paul Verryn, quien acogía a los jóvenes en su iglesia en Soweto (oeste de Johanesburgo), ante la brutalidad de los guardaespaldas de Winnie.

Por su parte, Winnie y sus guardaespaldas acusaron a Verryn de sodomizar a los muchachos y a algunos de estos últimos de ser confidentes de la policía racista. Storey afirmó ayer que antes de contactar con Mandela, los dirigentes del CNA creían que uno de los muchachos ya había sido asesinado, pero intentaron ocultarlo por temor a un escándalo.

El entonces obispo metodista, Stanley Mogabal visitó a Mandela y le informó del secuestro y asesinato de uno de los muchachos, así como del fracaso de su intento de liberar al resto. Por su parte, Winnie acusó de la muerte de los jóvenes a los sacerdotes blancos y confidentes de la policía infiltrados en los movimientos de liberacion.

Mandela, señaló el obispo, afirmó que Winnie estaba equivocada y debía presentar disculpas a la iglesia, aunque no estaba de acuerdo con que el caso fuese revelado a la prensa.