"Vamos a meter el paisaje dentro del aeropuerto de Barajas"
Antonio Lamela, nacido en Carabanchel hace 70 años, es Un' hombre lleno de vitalidad. Deslumbrado en la infancia por la imaginación creativa de su abuelo -en lucha incesante contra la rutina-, heredó ese don y decidió consagrar su vida a la arquitectura. Ella le brindaba, según reconoce, la mejor plataforma para idear el mundo y transformarlo mediante la construcción, el paisajismo y el urbanismo. su obra puede ser contemplada en Madrid, en las Torres de Colón, en la reforma del estadio Santiago Bernabéu o en barrios como el de San Ignacio de Loyola, entre otras realizaciones. Provisto de un verdadero arsenal intelectual como currículo, Lamela confiesa ser un hombre apasionado y disciplinado, para el que crear no es otra cosa que devolver a la sociedad lo que ésta le ha dado. Hoy, desde su estudio de 30 personas ubicado en la calle de O'Donnell, muy cerca de donde vive, encara la construcción, con las ingenierías Initec y TPS, de la nueva terminal del aeropuerto de Barajas, junto a su colega británico Richard Rogers, a quien admira. Autocríticamente admite: "Mi generación no fue educada en el auténtico respeto hacia el pasado histórico arquitectónico".Pregunta. Ustedes, los arquitectos, son responsables siquiera parciales de la estética cotidiana que ven los ciudadanos. Como arquitecto y como ciudadano, ¿le satisface Madrid o le deja insatisfecho?
Respuesta. Madrid, en general, me place, señaladamente en algunas zonas. Me molesta, sin embargo, que no se caracterice por su limpieza, ni por el amor de la Administración ni el de los ciudadanos.
P. ¿Cómo se combate este desamor?,
R. Con rigor, disciplina urbana y haciendo observar las reglamentaciones. No hay otro remedio. Hay ejemplos espléndidos, como los de Oviedo, Pamplona o Vitoria; podemos y debemos seguirlos. Pero en Madrid falta una formación participativa, y esto lo he denunciado ante todas las administraciones municipales.
P. Ponga un ejemplo.
R. Enrique Tierno propició el cierre de las terrazas para reducir la emisión de contaminantes a la atmósfera. Ello generó una contaminación de otro tipo, visual y estética, que asemeja zonas de Madrid a una ciudad del Tercer Mundo. Una lucha eficaz debería haber empleado filtros y combustibles limpios.
P. ¿Qué piensa de la plaza de Oriente?
R. Necesita de la armonía estética que únicamente le proporcionaría la igualación de la cornisa de las edificaciones de la plaza. La belleza de París reside precisamente en la conservación de ese canon.
P. En el nuevo Barajas, ¿podrán los niños ver el movimiento de aviones?
R. Pues claro que sí. Tendrá enormes zonas diáfanas.. Vamos a meter el paisaje dentro del aeropuerto y a integrarlos ambos. Será fascinante.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.