Corea teme que el plan de saneamiento del FMI le encamine hacia la recesión
La decisión de Seúl de pasar bajo las horcas caudinas del Fondo Monetario Internacional (FMI) sólo ha tranquilizado a la comunidad financiera momentáneamente. Ayer, mientras la radio y la televisión coreanas recomendaban insistentemente a la población anular sus viajes al extranjero y liquidar los ahorros colocados en dólares en los bancos, las salas de operaciones de los mercados financieros se vieron arrastradas por el pánico. La Bolsa cayó un 7,2% (hasta 450,64 puntos), después de un retroceso del 4,1% el sábado
Furiosos y casi histéricos, los inversores surcoreanos gritaban, reclamando el cierre del mercado de valores. Mientras, presiona das por ventas masivas, las acciones caían a sus niveles más bajos en 10 años. En una agencia de Seúl, a los reporteros gráficos que trataban de recoger la eléctrica atmósfera les arrancaron las cámaras y les expulsaron. Y el won, la moneda local, seguía su retroceso de los últimos días y se cambiaba a 1,110 por dólar.La quiebra anunciada la víspera de Yamaichi, la cuarta agencia de Bolsa japonesa, no motivó el movimiento de pánico tanto como la toma de conciencia sobre la situación de la economía coreana y el temor a que el plan de reestructuración que va a imponer el FMI, cuyos detalles no se conocerán hasta dentro de algunas semanas, desencadene una oleada de quiebras. "Las instituciones financieras van a limitar sus créditos a las empresas más débiles y eso provocará quiebras importantes", predice el director del instituto de investigación de Daewoo, Han Sang Choon.
De hecho, muchos temen que el plan del FMI dé paso a un endurecimiento de la política fiscal, la liquidación de un número importante de bancos, restricciones de crédito, la privatización de algunos grupos públicos y la apertura de algunos mercados hasta ahora fuertemente protegidos. Y la disminución de la liquidez implicará una elevación de los tipos de interés.
Una, noticia muy alarmante para un país en el que los conglomerados económicos más fuertes, los poderosos chaebols con intereses que van del acero a las finanzas, pasando por los automóviles, los semiconductores o el transporte marítimo, registran en sus balances deudas cuatro veces superiores a sus fondos propios.La elevación de los tipos de interés puede redundar en despidos masivos, que los todopoderosos sindicatos habían impedido hasta ahora. Lo que se prepara es un verdadero trauma para un país que había escalado, en pocas décadas, hasta el puesto de undécima potencia mundial y había asegurado a sus trabajadores un empleo vitalicio. [Corea ha logrado tasas de crecimiento en torno al 10% en años recientes. Desde 1960, ha multiplicado por 200 su producto interior bruto, hasta alcanzar una renta per cápita superior a los 10.000 dólares, poco menos de un millón y medio de pesetas, informa France Presse].
El ministro coreano de Finanzas, Lim Chang-Yuel, uno de los artífices de la decisión recurrir a la ayuda del FMI, ordenó ayer mismo a 12 de los 30 bancos de negocios del país que se fusionen antes de fin de año con entidades saneadas. Y anunció que el fondo público de gestión de créditos dudosos, la Korea Asset Management Corporation, se hará cargo hasta enero del año próximo de este tipo de activos por valor de 14.400 millones de dólares (2,1 billones de pesetas), es decir, la mitad de todos los registrados en el sistema bancario. El Gobierno de Corea anunció el viernes que ha pedido al FMI 20.000 millones de dólares (2,92 billones de pesetas), pero los observadores del sistema bancario coreano estiman ya que la cifra no será suficiente para una economía que soporta deudas en divisas, y a corto plazo, de 72.000 millones de dólares (10,51 billones de pesetas). El monto real de la ayuda internacional no e sabrá hasta dentro de unas semanas. Algunas fuentes, no obstante, hablan ya de 60.000 milllones de dólares (8,76 billones de pesetas). De confirmarse, sería el mayor plan de ayuda financiera jamás abordado por la organización multilateral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.