Los fiscales piden que se actúe contra Paesa por ocultar el botín de Roldán
Francisco Paesa podría haber incurrido en los delitos de cooperación, blanqueo y encubrimiento de la trama financiera de Luis Roldán. Los fiscales del caso pidieron ayer que se abra una nueva investigación judicial contra él "por su relevante intervención en la ocultación del patrimonio" del ex director de la Guardia Civil. Alejandro Luzón y Daniel Campos elevaron a definitivas sus conclusiones provisionales y mantuvieron en 32 años la pena de prisión pedida para Roldán. Eugenio Rubio, su defensor, solicitó la libre absolución de éste y denunció defectos de procedimiento. Los fiscales también mantienen las penas iniciales reclamadas para los otros siete procesados, cuyos letrados piden igualmente que sean absueltos.
JOSÉ MARÍA IRUJO Madrid
Luis Roldán y su testaferro Jorge Esparza escucharon ayer en solitario las elevadas penas que solicitan para ellos el ministerio fiscal, el abogado del Estado y la acusación popular. El banquillo de los ocho procesados permanecía casi desierto. Salvo los dos principales implicados, cuyos rostros reflejaban una evidente preocupación, todos los demás gozaban de bajas " por enfermedad" y permisos especiales para no asistir a un juicio que está a punto de concluir seis meses después de su inicio.No hubo sorpresas, ya que casi todas las partes mantuvieron sus conclusiones provisionales. Pero la sombra de Francisco Paesa, el hombre que ayudó a Roldán en su fuga y que ahora oculta su botín suizo, volvió a sobrevolar la sala. Sus rocambolescos argumentos, como un certificado médico en el que se dice que está "al borde del suicidio", para no acudir a testificar ante el tribunal no le han servido de nada.
El fiscal Luzón pidió que se deduzca testimonio contra él, puesto que de la comisión rogatoria helvética "se infiere la relevante intervención de Francisco Paesa en la ocultación del patrimonio de Luis Roldán participando en una serie de operaciones económicas desarrolladas en España y en el extranjero y tendentes a ocultar sus fondos poniendo a éstos fuera del alcance de las autoridades judiciales españolas".
Los 1.700 millones de pesetas que Roldán ocultaba a su nombre en un banco de Ginebra fueron trasladados al Aresbank de Madrid por dos de sus testaferros suizos y poco después transferidos al Overseas Union Bank de Singa pur, donde se depositaron en cuentas abiertas por los hermanos Jean Paul y Monique Goerens, abogados luxemburgueses del propio Paesa. Jack Merre Aberlé y Jean Henry, las dos personas que utilizó Paesa para mover el dinero, murieron el año pasado en Suiza de forma extraña. -El primero fue hallado desnudo en la habitación de una pensión y el segundo se suicidó de un tiro en la cabeza.
Durante la instrucción de la causa, la juez Ana Ferrer imputó a Paesa y a su sobrino Alfonso García varios delitos, pero éstos se levantaron finalmente y quedaron a expensas de la comisión rogatoria que remitiera el juez ginebrino Paul Perraudin. Esta se envió el pasado mes de enero y se incorporó a la causa. Fuentes próximas a la fiscalía aseguran que, si prospera la petición de los fiscales, se le podrían imputar a Paesa los delitos de cooperación, blanqueo y encubrimiento.
Sobre los enigmáticos cheques de Siemens, ingresados por Esparza en las cuentas de varios de los procesados, los fiscales señalan en su calificación que los 140 talones por 1.200 millones de pesetas son objeto de una indagación particular que se realiza en el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, en el que se investigan las presuntas comisiones del AVE.
Peritos y fiscales coinciden oficiosamente en que la presencia de esos cheques en las cuentas de los procesados podría responder a un 11 cambiazo" de comisionistas del AVE próximos al PSOE o del propio banco suizo a los miembros de la trama Roldán, que manejaban fuertes sumas en metálico cuyo origen eran las comisiones ilegales por las adjudicaciones de obras.
Los fiscales piden también que se investigue un presunto delito de falso testimonio de Margarita Martín Arias, la madre de Jorge Esparza, y de Marino Martín Casillas. En el caso de la primera, por asegurar que compró a su nieta un coche BMW con fondos propios cuando la quedado acreditado que lo hizo con un cheque de 3.945.000 pesetas emitido por la constructora Huarte y procedente presuntamente del pago de una comisión.
En el del segundo, por afirmar que vendió un chalé a Elisa Rodríguez, ex compañera sentimental de Luis Roldán, por 25 millones de pesetas cuando se ha demostrado que la transacción se cerró con un precio mucho más alto.
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