Londres rechaza frontalmente la propuesta española de gestión conjunta del aeropuerto de Gibraltar

España propuso, ayer al Reino Unido, por vez primera con carácter formal, la gestión conjunta del aeropuerto y del tráfico aéreo de Gibraltar, entendiendo que esa medida supone un avance en la solución del contencioso sobre la soberanía del Peñón. El Gobierno británico se negó de plano. "Ningún progreso se registró en la reunión mantenida entre el ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, y el secretario del Foreign Office, Robin Cook, concluyó Matutes. El contencioso amenaza con bloquear la reforma de la estructura militar de la OTAN.

Matutes desayunó ayer con su homólogo británico, aprovechando la cumbre de los Quince sobre empleo. Entregó a Cook un documento que oficializa su propuesta -transmitida anteriormente de manera informal- de "utilización conjunta del aeródromo de Gibraltar y del tráfico aéreo" desde y hacia el Peñón, así como algunas novedades sobre el tráfico marítimo. En caso de no aceptarse, dejó claro el ministro, Madrid continuará aplicando las restricciones".

Cook recogió el papel y prometió cortésmente estudiarlo, pero ya dejó claro que "no le parece aceptable". Ocurre que España condiciona el levantamiento de las restricciones sobre el tráfico aéreo a Gibraltar a su utilización y control conjuntos, como símbolo de que se ha producido algún "avance en el campo de la soberanía". Pero el responsable del Foreign Office "no aportó ninguna novedad", reseñó el ministro español, con lo que "cada cual se mantiene en sus anteriores posiciones".

El portavoz de la diplomacia británica argumentó precisamente que la discusión -calentada por la próxima integración plena de España en la nueva estructura militar de la OTAN que se está diseñando- debe "redundar -en un resultado neutral para ambas partes"."El Reino Unidó no puede aceptar propuestas que modifiquen la soberanía" gibraltareña, por lo que el debate debería convertirse en "praginático", aseguró. Su escollo es que "el [nuevo] mando [subregional] de Madrid no tendrá el control ni de Gibraltar ni del Estrecho" precisó.

Contencioso bilateral

Diplomáticamente, Londres recordó que "apoya la plena integración de España en la estructura militar" de la Alianza. En realidad, ha dejado planear que vetará, la reforma de ésta, prevista para la reunión ministerial de mediados de diciembre. Así lo resumió Matutes: "España nunca ha sido partidaria de llevar un contencioso bilateral a la mesa de nuestros aliados, de coger como rehén de nuestras aspiraciones sobre Gibraltar la reforma. de la Alianza, es el Reino Unido quien lo hace". El problema es que la reforma será un paquete global. Si no hay avances en este corto mes pendiente, la única. posibilidad será vetar, por parte británica, el paquete completo. Y eso, advirtió el jefe de la diplomacia española, constituiría un obstáculo muy grave para la ampliación de la Alianza hacia el Este, uno de los objetivos de los Dieciséis especialmente acariciado por Londres. Con pillería ibicenca, Matutes aseguró no tener prisa en resolver este asunto y, por tanto, no compartir "la premura de nuestros amigos británicos". Aseguró que puede resolverse antes la reforma de la OTAN -siempre manteniendo las restricciones en caso de que el Reino Unido no se avenga al control conjunto del aeropuerto y luego, "seguir negociando bilateralmente" el litigio. Con ello trataba de establecer diáfanamente que la carga de la prueba de la voluntad negociadora cae del lado de Londres. Ahora, los contactos seguirán a nivel de "altos funcionarios".