Más de 300 muertos en un ataque contra una cárcel ruandesa

Más de 300 personas murieron en la operación desencadenada por un contingente de unos 1.200 rebeldes hutus que atacaron una cárcel al noroeste de Ruanda, según confirmaron ayer fuentes oficiales ruandesas. Los atacantes pretendían liberar a centenares de presos acusados de genocidio y a la espera de juicio. Al menos 200 rebeldes, 88 reclusos y dos soldados perdieron la vida en la prisión de Giciye, cerca de la frontera con la República Democrática de Congo y a unos sesenta kilómetros al noroeste de Kigali, según estas fuentes.

Aunque las fuentes gubernamentales aseguraron que el ataque fue lanzado y repelido en la noche del lunes, los combates entre los rebeldes hutus y el Ejército ruandés, predominantemente tutsi, se prolongaron en la zona hasta el pasado miércoles. "Fue una gran batalla, pero desbaratamos sus planes", declaró un oficial ruandés.

Más de 100.000 personas, en su mayor parte hutus, esperan en las saturadas e insalubres cárceles ruandesas ser juzgados por el genocidio de 1994, cuando más de 800.000 personas -en su mayor parte miembros de la minoría tutsi y hutus moderados partidarios de compartir el poder fueron asesinadas de manera sistemática.