Los sindicatos y la CEOE quieren cerrar un pacto sobre reducción de jornada en febrero
Los dirigentes de los sindicatos CC OO y UGT y de la patronal CEOE-CEPYME se han fijado los días finales de enero próximo o los primeros de febrero como meta para cerrar un acuerdo sobre reducción de jornada. Antonio Gutiérrez, Cándido Méndez, José María Cuevas y Manuel Otero dieron ayer un impulso a ese debate, que todavía se encuentra !en las tareas previas de documentación, asesoramiento de expertos e identificación de las materias a negociar.Junto a la reducción de la jornada, que previsiblemente se planteará sector por sector y no con carácter generalizado, se discutirá el desarrollo del Estatuto de los Trabajadores para limitar las horas extras. Según los sindicatos, la decisión del Gobierno de subir las cotizaciones de las horas extras estructurales ha sido "precipitada". La patronal entiende que únicamente tiene un afan recaudatorio. El objetivo de los agentes sociales es transformarlas en puestos de trabajo.
Esas son algunas de las conclusiones de la reunión que ayer mantuvieron para hacer el primer balance de la reforma laboral cuando cumple seis meses de vigencia. En su criterio, está funcionando incluso mejor de lo previsto, al haber logrado cambiar la tendencia de la contratación fija, que en los últimos 10 años se había estancado en tomo al 3% del total y en estos seis meses ha pasado al 8,5%.
Los sindicatos creen, no obstante, que ese porcentaje es insuficiente, y se proponen ahora "reducir el uso abusivo e incorrecto de los contratos temporales", según palabras de Méndez. Gutiérrez apuntó que uno de las posibilidades es "incrementar su cotización por desempleo".
Pero aquí vuelve a saltar una discrepancia con la patronal, puesta de manifiesto cuando se negoció la reforma. El secretario general de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, dijo ayer tajantemente que no están de acuerdo en "penalizar los contratos temporales" y subrayó que hay sectores, como la hostelería y el turismo, que necesariamente deben hacerlos.
También afirmó que, pese a las críticas que hubo cuando se firmó el pacto, sobre todo de la patronal catalana, está beneficiando a las pequeñas y medianas empresas. Las pymes han pasado de realizar un 30%, de contratos fijos hasta un 51%.
